domingo, 13 de enero de 2013

Sal 22, 15 Soy como agua que se derrama



(Sal 22, 15) Soy como agua que se derrama    

15 Soy como agua que se derrama y todos mis huesos están dislocados; mi corazón se ha vuelto como cera y se derrite en mi interior;
(C.I.C 112) 1. Prestar una gran atención "al contenido y a la unidad de toda la Escritura". En efecto, por muy diferentes que sean los libros que la componen, la Escritura es una en razón de la unidad del designio de Dios, del que Cristo Jesús es el centro y el corazón, abierto desde su Pascua (cf. Lc 24,25-27. 44-46). “Por el corazón (cf. Sal 22,15) de Cristo ese comprende la sagrada Escritura la quale hace conocer el corazón de Cristo. Este corazón estaba cerrado antes de la Pasión porque la Escritura era oscura. Pero la Escritura fue abierta después de la Pasión, porque los que en adelante tienen inteligencia de ella consideran y disciernen de qué manera deben ser interpretadas las profecías (Santo Tomás de Aquino, Expositio in Psalmos 21,11).

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