martes, 10 de octubre de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 200.
(Respuesta YouCat – repeticion) En el Bautismo nos
convertimos en miembros del Cuerpo de Cristo, en hermanos y hermanas de nuestro
Salvador e hijos de Dios. Somos liberados del pecado, arrancados de la muerte y
destinados desde ese instante a una vida en la alegría de los redimidos.
Reflecciones y
puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1264) No obstante, en el bautizado permanecen ciertas
consecuencias temporales del pecado, como los sufrimientos, la enfermedad, la
muerte o las fragilidades inherentes a la vida como las debilidades de
carácter, etc., así como una inclinación al pecado que la Tradición llama concupiscencia, o metafóricamente fomes peccati: "La concupiscencia,
dejada para el combate, no puede dañar a los que no la consienten y la resisten
con coraje por la gracia de Jesucristo. Antes bien ‘el que legítimamente
luchare, será coronado' (2 Tm 2,5)" (Concilio de Trento: DS 1515).
Para meditar
(Comentario YouCat) Ser
bautizado quiere decir que la historia de mi vida personal se sumerge en la
corriente del amor de Dios. Dice el papa Benedicto XVI: «Nuestra vida pertenece
a Cristo y ya no nos pertenece a nosotros. Acompañados por él, asumidos por él
en su amor, estamos libres de todo temor. Él nos abraza y nos lleva allí donde
vayamos; Él, que es la misma Vida» (07.04.2007).
(Comentario CIC) (C.I.C
1265) El Bautismo no solamente purifica de todos los
pecados, hace también del neófito "una nueva creatura" (2Co 5,17), un
hijo adoptivo de Dios (cf. Ga 4,5-7) que ha sido hecho "partícipe de la
naturaleza divina" ( 2P 1,4), miembro de Cristo (cf. 1Co 6,15; 12,27),
coheredero con Él (Rm 8,17) y templo del Espíritu Santo (cf. 1Co 6,19).
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