jueves, 24 de septiembre de 2015
521. ¿Qué deberes tiene el hombre hacia la verdad? (Segunda parte – continuación)
Le pedimos disculpas a los visitantes por el
largo retraso: - de 6 – a 15 de
septiembre - en publicar las entradas del blog. Sólo se debe a los retrasos
en la reparación de sus propios fracasos y a reincorporarse a sus funciones por
la empresa que proporciona conexiones a Internet.
(Compendio
521) Toda persona está llamada a la sinceridad y a la veracidad en el hacer y
en el hablar. Cada uno tiene el deber de buscar la verdad y adherirse a ella,
ordenando la propia vida según las exigencias de la verdad. En Jesucristo, la
verdad de Dios se ha manifestado íntegramente: Él es la Verdad. Quien le sigue
vive en el Espíritu de la verdad, y rechaza la doblez, la simulación y la
hipocresía.
Resumen
(C.I.C 2504) ‘No
darás falso testimonio contra tu prójimo’ (Ex 20, 16). Los discípulos de Cristo
se han ‘revestido del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y
santidad de la verdad’ (Ef 4, 24).
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2467) El
hombre busca naturalmente la verdad. Está obligado a honrarla y atestiguarla:
‘Todos los hombres, conforme a su dignidad, por ser personas [...], se ven
impulsados, por su misma naturaleza, a buscar la verdad y, además, tienen la
obligación moral de hacerlo, sobre todo con respecto a la verdad religiosa.
Están obligados también a adherirse a la verdad una vez que la han conocido y a
ordenar toda su vida según sus exigencias’ (Dignitatis
humanae, 2). (C.I.C 2468) La verdad como rectitud de la acción y de la
palabra humana, tiene por nombre veracidad,
sinceridad o franqueza. La verdad o veracidad es la virtud que consiste en
mostrarse veraz en los propios actos y en decir verdad en sus palabras,
evitando la duplicidad, la simulación y la hipocresía.
Para la reflexión
(C.I.C 2469) ‘Los
hombres […] no podrían vivir juntos si no tuvieran confianza recíproca, es decir, si no se manifestasen la verdad’
(Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae,
2-2, 109, 3 ad 1). La virtud de la veracidad da justamente al prójimo lo
que le es debido; observa un justo medio entre lo que debe ser expresado y el
secreto que debe ser guardado: implica la honradez y la discreción. En
justicia, ‘un hombre debe honestamente a otro la manifestación de la verdad’
(Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae,
2-2, 109, 3). (C.I.C 2470) El discípulo de Cristo acepta ‘vivir en la verdad’,
es decir, en la simplicidad de una vida conforme al ejemplo del Señor y
permaneciendo en su Verdad. ‘Si decimos que estamos en comunión con él, y
caminamos en tinieblas, mentimos y no obramos conforme a la verdad’ (1Jn 1, 6).
[Fin]
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