viernes, 18 de septiembre de 2015

518. ¿Cómo se realiza la justicia y la solidaridad entre las naciones? (Segunda parte - continuación)



Le pedimos disculpas a los visitantes por el largo retraso: - de 6 – a 15 de septiembre - en publicar las entradas del blog. Sólo se debe a los retrasos en la reparación de sus propios fracasos y a reincorporarse a sus funciones por la empresa que proporciona conexiones a Internet.   

518. ¿Cómo se realiza la justicia y la solidaridad entre las naciones? (Segunda parte - continuación)   


(Compendio 518 - repetición) En el plano internacional, todas las naciones e instituciones deben obrar con solidaridad y subsidiaridad, a fin de eliminar, o al menos reducir, la miseria, la desigualdad de los recursos y de los medios económicos, las injusticias económicas y sociales, la explotación de las personas, la acumulación de las deudas de los países pobres y los mecanismos perversos que obstaculizan el desarrollo de los países menos desarrollados.

Resumen

(C.I.C 2463) ¿Cómo no reconocer a Lázaro, el mendigo hambriento de la parábola en la multitud de seres humanos sin pan, sin techo, sin patria? (cf. Lc 16, 19-31) ¿Cómo no escuchar a Jesús que dice: ‘A mi no me lo hicisteis?’ (Mt 25, 45).   

Profundizar y modos de explicaciones

(C.I.C 2440) La ayuda directa constituye una respuesta apropiada a necesidades inmediatas, extraordinarias, causadas por ejemplo por catástrofes naturales, epidemias, etc. Pero no basta para reparar los graves daños que resultan de situaciones de indigencia ni para remediar de forma duradera las necesidades. Es preciso también reformar las instituciones económicas y financieras internacionales para que promuevan y potencien relaciones equitativas con los países menos desarrollados (cf. Sollicitudo rei socialis, 16). Es preciso sostener el esfuerzo de los países pobres que trabajan por su crecimiento y su liberación (cf. Centesimus Annus, 26). Esta doctrina exige ser aplicada de manera muy particular en el ámbito del trabajo agrícola. Los campesinos, sobre todo en el Tercer Mundo, forman la masa mayoritaria de los pobres.    

Para la reflexión

(C.I.C 2441) Acrecentar el sentido de Dios y el conocimiento de sí mismo constituye la base de todo desarrollo completo de la sociedad humana. Este multiplica los bienes materiales y los pone al servicio de la persona y de su libertad. Disminuye la miseria y la explotación económicas. Hace crecer el respeto de las identidades culturales y la apertura a la trascendencia (cf. Sollicitudo rei socialis, 32; Centesimus Annus, 51). [Fin]     

(Siguiente pregunta: ¿De qué modo participan los cristianos en la vida política y social?)

No hay comentarios: