domingo, 19 de julio de 2009
Rm 15, 4-6 Con un solo corazón glorifiquen a Dios
(Rm 15, 4-6) Con un solo corazón glorifiquen a Dios
[4] Ahora bien, todo lo que ha sido escrito en el pasado, ha sido escrito para nuestra instrucción, a fin de que por la constancia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza. [5] Que el Dios de la constancia y del consuelo les conceda tener los mismos sentimientos unos hacia otros, a ejemplo de Cristo Jesús, [6] para que con un solo corazón y una sola voz, glorifiquen a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo.
(C.I.C 135) "Las sagradas Escrituras contienen la Palabra de Dios y, porque están inspiradas, son realmente Palabra de Dios" (Dei verbum, 24). (C.I.C 134) “Toda la Escritura divina es un libro y este libro es Cristo, porque toda la Escritura divina habla de Cristo, y toda la Escritura divina se cumple en Cristo” (Hugo de San Víctor, De arca Noe, 2, 8: PL 176, 642; cf. Ibid., 2,9: PL 176, 642-643). (C.I.C 131) "Es tan grande el poder y la fuerza de la palabra de Dios, que constituye sustento y vigor para la Iglesia, firmeza de fe para sus hijos, alimento del alma, fuente límpida y perenne de vida espiritual" (Dei verbum, 21). "Los fieles han de tener fácil acceso a la Sagrada Escritura" (Dei verbum, 22). (C.I.C 139) Los cuatro evangelios ocupan un lugar central, pues su centro es Cristo Jesús.
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