martes, 22 de noviembre de 2016

Comentario CIC al YouCat. Pregunta n. 89.


YOUCAT Pregunta 89. Parte III. ¿A quién promete Jesús el «reino de Dios»?


(Respuesta YouCat - repeticion) Dios quiere «que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad» (1 Tim 2,4). El «reino de Dios» comienza en las personas que se dejan transformar por el amor de Dios. Según la experiencia de Jesús son sobre todo los pobres y los pequeños.

Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 545) Jesús invita a los pecadores al banquete del Reino: "No he venido a llamar a justos sino a pecadores" (Mc 2, 17; cf. 1Tim 1, 15). Les invita a la conversión, sin la cual no se puede entrar en el Reino, pero les muestra de palabra y con hechos la misericordia sin límites de su Padre hacia ellos (cf. Lc 15, 11-32) y la inmensa "alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta" (Lc 15, 7). La prueba suprema de este amor será el sacrificio de su propia vida "para remisión de los pecados" (Mt 26, 28). 

Para Meditar

(Comentario YouCat) Incluso las personas que están alejadas de la Iglesia encuentran fascinante que Jesús, con una especie de amor preferencial, se dirija primero a los excluidos sociales. En el sermón de la montaña son los pobres y los que lloran, las víctimas de la persecución y de la violencia, todos los que buscan a Dios con un corazón puro, todos los que buscan su misericordia, su justicia y su paz, los que tienen un acceso preferente al reino de Dios. Los pecadores son especialmente invitados: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores» (Me 2,17).

(Comentario CIC) (C.I.C 546) Jesús llama a entrar en el Reino a través de las parábolas, rasgo típico de su enseñanza (cf. Mc 4, 33-34). Por medio de ellas invita al banquete del Reino (cf. Mt 22, 1-14), pero exige también una elección radical para alcanzar el Reino, es necesario darlo todo (cf. Mt 13, 44-45); las palabras no bastan, hacen falta obras (cf. Mt 21, 28-32). Las parábolas son como un espejo para el hombre: ¿acoge la palabra como un suelo duro o como una buena tierra (cf. Mt 13, 3-9)? ¿Qué hace con los talentos recibidos (cf. Mt 25, 14-30)? Jesús y la presencia del Reino en este mundo están secretamente en el corazón de las parábolas. Es preciso entrar en el Reino, es decir, hacerse discípulo de Cristo para "conocer los Misterios del Reino de los cielos" (Mt 13, 11). Para los que están "fuera" (Mc 4, 11), la enseñanza de las parábolas es algo enigmático (cf. Mt 13, 10-15).    

(Sigue la Pregunta: ¿Hizo Jesús milagros o son sólo cuentos piadosos?)


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