viernes, 18 de marzo de 2016
Comentario CIC al YouCat. Pregunta n. 13. Parte I.
(Respuesta YouCat) La totalidad de los
fieles no puede equivocarse en la fe, porque Jesús prometió a sus discípulos
que les enviaría el Espíritu de la verdad, que los sostendría en la verdad (Jn
14,17).
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 80) La Tradición y la Sagrada Escritura "están
íntimamente unidas y compenetradas. Porque surgiendo ambas de la misma fuente,
se funden en cierto modo y tienden a un mismo fin" (Dei verbum, 9).
Una y otra hacen presente y fecundo en la Iglesia el misterio de Cristo que ha
prometido estar con los suyos "para siempre hasta el fin del mundo"
(Mt 28,20). (C.I.C 81) "La Sagrada
Escritura es la palabra de Dios, en cuanto escrita por inspiración del
Espíritu Santo". "La Tradición recibe la palabra de Dios,
encomendada por Cristo y el Espíritu Santo a los Apóstoles, y la transmite
íntegra a los sucesores; para que ellos, iluminados por el Espíritu de la
verdad, la conserven, la expongan y la difundan fielmente en su
predicación" (Dei verbum, 9).
Para meditar
(Comentario YouCat) Así como los discípulos
creyeron de corazón en Jesús, un cristiano cuando pregunta por el camino de la
vida puede fiarse completamente de la Iglesia. Dado que Jesús mismo encargó a
sus Apóstoles el ministerio de la enseñanza, la Iglesia tiene un Magisterio y
no puede callar. Ciertamente miembros aislados de la Iglesia pueden equivocarse
e incluso cometer faltas graves, pero en su conjunto la Iglesia no puede
desviarse de la verdad de Dios. La Iglesia es portadora a través de los tiempos
de una verdad viva que es mayor que ella misma. Se habla del depositumfidei,
del depósito de la fe que hay que custodiar. Si esa verdad es negada o
deformada públicamente, la Iglesia debe hacer resplandecer de nuevo «lo que se
ha creído en todas partes, siempre y por todos» (san Vicente de Lérins, f 450).
(Comentario CIC) (C.I.C 92) "La totalidad de los fieles [...] no puede
equivocarse en la fe. Se manifiesta esta propiedad suya, tan peculiar, en el
sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo: cuando 'desde los obispos
hasta el último de los laicos cristianos' muestran estar totalmente de acuerdo
en cuestiones de fe y de moral" (Lumen gentium, 12). (C.I.C 100) El oficio de interpretar auténticamente la Palabra de
Dios ha sido confiado únicamente al Magisterio de la Iglesia, al Papa y a los
obispos en comunión con él.
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