martes, 8 de diciembre de 2015
565. ¿Quién puede enseñar a rezar? (Primera parte)
(Compendio
565) La familia cristiana constituye el primer ámbito de educación a la
oración. Hay que recomendar de manera particular la oración cotidiana en
familia, pues es el primer testimonio de vida de oración de la Iglesia. La
catequesis, los grupos de oración, la «dirección espiritual» son una escuela y
una ayuda para la oración.
Resumen
(C.I.C 2694) La
familia cristiana es el primer lugar de educación para la oración. (C.I.C 2695)
Los ministros ordenados, la vida consagrada, la catequesis, los grupos de
oración, la "dirección espiritual" aseguran en la Iglesia una ayuda para
la oración.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2685) La familia cristiana es el primer ámbiyo
para la educación en la oración. Fundada en el sacramento del matrimonio, es la
"iglesia doméstica" donde los hijos de Dios aprenden a orar
"como Iglesia" y a perseverar en la oración. Particularmente para los
niños pequeños, la oración diaria familiar es el primer testimonio de la
memoria viva de la Iglesia que es despertada pacientemente por el Espíritu
Santo. (C.I.C 2686) Los ministros
ordenados son también responsables de la formación en la oración de sus
hermanos y hermanas en Cristo. Servidores del buen Pastor, han sido ordenados
para guiar al pueblo de Dios a las fuentes vivas de la oración: la Palabra de
Dios, la liturgia, la vida teologal, el hoy de Dios en las situaciones
concretas (cf. Presbiterorum Ordinis,
4-6).
Para la reflexión
(C.I.C 2687)
Muchos religiosos han consagrado y
consagran toda su vida a la oración. Desde el desierto de Egipto, eremitas,
monjes y monjas han dedicado su tiempo a la alabanza de Dio s y a la
intercesión por su pueblo. La vida consagrada no se mantiene ni se propaga sin
la oración; es una de las fuentes vivas de la contemplación y de la vida
espiritual en la Iglesia. (Continua)
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