miércoles, 11 de febrero de 2015
371. ¿Las pasiones son moralmente buenas o malas? (Primera parte)
(Compendio 371) Las pasiones, en cuanto impulsos de la
sensibilidad, no son en sí mismas ni buenas ni malas; son buenas, cuando
contribuyen a una acción buena; son malas, en caso contrario. Pueden ser
asumidas en las virtudes o pervertidas en los vicios.
Resumen
(C.I.C 1773) En las pasiones, en
cuanto impulsos de la sensibilidad, no hay ni bien ni mal moral. Pero según
dependan o no de la razón y de la voluntad, hay en ellas bien o mal moral
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1767) En sí mismas, las
pasiones no son buenas ni malas. Sólo reciben calificación moral en la medida
en que dependen de la razón y de la voluntad. Las pasiones se llaman
voluntarias “o porque están ordenadas por la voluntad, o porque la voluntad no
se opone a ellas” (Santo Tomás de Aquino, Summa
theologiae, 1-2, 24, 1). Pertenece a la
perfección del bien moral o humano el que las pasiones estén reguladas por la
razón (Santo Tomás de Aquino, Summa
theologiae, 1-2, 24, 3).
Para la reflexión
(C.I.C 1768) Los sentimientos más
profundos no deciden ni la moralidad, ni la santidad de las personas; son el
depósito inagotable de las imágenes y de las afecciones en que se expresa la
vida moral. Las pasiones son moralmente buenas cuando contribuyen a una acción
buena, y malas en el caso contrario. La voluntad recta ordena al bien y a la
bienaventuranza los movimientos sensibles que asume; la voluntad mala sucumbe a
las pasiones desordenadas y las exacerba. Las emociones y los sentimientos
pueden ser asumidos en las virtudes,
o pervertidos en los vicios. (Continua)
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