lunes, 9 de febrero de 2015
369. ¿Hay actos que son siempre ilícitos?
(Compendio 369) Hay actos cuya elección es siempre
ilícita en razón de su objeto (por ejemplo, la blasfemia, el homicidio, el
adulterio). Su elección supone un desorden de la voluntad, es decir, un mal
moral, que no puede ser justificado en virtud de los bienes que eventualmente
pudieran derivarse de ellos.
Resumen
(C.I.C 1761) Hay comportamientos
concretos cuya elección es siempre errada porque ésta comporta un desorden de
la voluntad, es decir, un mal moral. No está permitido hacer un mal para
obtener un bien.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1756) Es, por tanto,
erróneo juzgar de la moralidad de los actos humanos considerando sólo la
intención que los inspira o las circunstancias (ambiente, presión social, coacción
o necesidad de obrar, etc.) que son su marco. Hay actos que, por sí y en sí
mismos, independientemente de las circunstancias y de las intenciones, son
siempre gravemente ilícitos por razón de su objeto; por ejemplo, la blasfemia y
el perjurio, el homicidio y el adulterio. No está permitido hacer el mal para
obtener un bien.
Para la reflexión
(C.I.C 1789) En todos los casos
son aplicables algunas reglas: — Nunca está permitido hacer el mal para obtener
un bien. — La ‘regla de oro’: ‘Todo […] cuanto queráis que os hagan los
hombres, hacédselo también vosotros’ (Mt 7,12; cf. Lc 6, 31; Tb 4, 15). — La
caridad debe actuar siempre con respeto hacia el prójimo y hacia su conciencia:
‘Pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia, pecáis contra
Cristo’ (1Co 8,12). ‘Lo bueno es [...] no hacer cosa que sea para tu hermano
ocasión de caída, tropiezo o debilidad’ (Rm 14, 21).
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