martes, 23 de abril de 2013

Sb 7, 21 Me instruyó la Sabiduría, la artífice de todas las cosas


(Sb 7, 21) Me instruyó la Sabiduría, la artífice de todas las cosas


21 Conocí todo lo que está oculto o manifiesto, porque me instruyó la Sabiduría, la artífice de todas las cosas.
 (C.I.C 216) La verdad de Dios es su sabiduría que rige todo el orden de la creación y del gobierno del mundo (cf. Sb 13,1-9). Dios, único Creador del cielo y de la tierra (cf. Sal 115,15), es el único que puede dar el conocimiento verdadero de todas las cosas creadas en su relación con Él (cf. Sb 7,17-21). (C.I.C 283) La cuestión sobre los orígenes del mundo y del hombre es objeto de numerosas investigaciones científicas que han enriquecido magníficamente nuestros conocimientos sobre la edad y las dimensiones del cosmos, el devenir de las formas vivientes, la aparición del hombre. Estos descubrimientos nos invitan a admirar más la grandeza del Creador, a darle gracias por todas sus obras y por la inteligencia y la sabiduría que da a los sabios e investigadores. Con Salomón, estos pueden decir: "Fue él quien me concedió el conocimiento verdadero de cuanto existe, quien me dio a conocer la estructura del mundo y las propiedades de los elementos [...] porque la que todo lo hizo, la Sabiduría, me lo enseñó" (Sb 7,17-21). 

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