viernes, 19 de abril de 2013
Sb 1, 13 Dios no ha hecho la muerte
Libro de la Sabiduría - pàginas
selectas
13 Porque Dios no ha hecho la muerte ni se complace en
el perdición de los vivientes.
(C.I.C 413) "No fue Dios quien hizo la muerte ni
se recrea en la destrucción de los vivientes [...] por envidia del diablo entró
la muerte en el mundo" (Sb 1,13; 2,24).
(C.I.C 1008) La muerte es consecuencia del pecado. Intérprete auténtico de las
afirmaciones de la Sagrada Escritura (cf. Gn 2, 17; 3, 3; 3, 19; Sb 1, 13; Rm
5, 12; 6, 23) y de la Tradición, el Magisterio de la Iglesia enseña que la
muerte entró en el mundo a causa del pecado del hombre (cf. Concilio de Trento:
DS 1511). Aunque el hombre poseyera una naturaleza mortal, Dios lo destinaba a
no morir. Por tanto, la muerte fue contraria a los designios de Dios Creador, y
entró en el mundo como consecuencia del pecado (cf. Sb 2, 23-24). "La
muerte temporal de la cual el hombre se habría liberado si no hubiera
pecado" (Gaudium et spes,
18), es así "el último enemigo" del hombre
que debe ser vencido (cf. 1Co 15, 26).
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