miércoles, 13 de febrero de 2013
Sal 82, 6 Ustedes son dioses, todos son hijos del Altísimo
6 Yo había pensado: «Ustedes son dioses, todos son hijos
del Altísimo».
(C.I.C 441) Hijo de
Dios, en el Antiguo Testamento, es un título dado a los ángeles (cf. Dt 32,
8; Jb 1, 6), al pueblo elegido (cf. Ex 4, 22;Os 11, 1; Jr 3, 19; Si 36, 11; Sb
18, 13), a los hijos de Israel (cf. Dt 14, 1; Os 2, 1) y a sus reyes (cf. 2S 7,
14; Sal 82, 6). Significa entonces una filiación adoptiva que establece entre
Dios y su criatura unas relaciones de una intimidad particular. Cuando el
Rey-Mesías prometido es llamado "hijo de Dios" (cf. 1Cro 17, 13; Sal
2, 7), no implica necesariamente, según el sentido literal de esos textos, que
sea más que humano. Los que designaron así a Jesús en cuanto Mesías de Israel
(cf. Mt 27, 54), quizá no quisieron decir nada más (cf. Lc 23, 47).
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