domingo, 3 de febrero de 2013
Sal 42, 8 tus torrentes y tus olas pasaron sobre mí
8 Un abismo llama a otro abismo, con el estruendo de tus
cataratas; tus torrentes y tus olas pasaron sobre mí.
(C.I.C 2803) Después de habernos puesto en presencia
de Dios nuestro Padre para adorarle, amarle y bendecirle, el Espíritu filial
hace surgir de nuestros corazones siete peticiones, siete bendiciones. Las tres
primeras, más teologales, nos atraen hacia la Gloria del Padre; las cuatro
últimas, como caminos hacia Él, ofrecen
nuestra miseria a su Gracia. "Abismo que llama al abismo" (Sal 42,
8).
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