miércoles, 22 de agosto de 2012
Ex 34,8-9 Dígnate, Señor, ir en medio de nosotros
8 Moisés cayó de
rodillas y se postró, 9 diciendo: «Si realmente me has brindado tu amistad,
dígnate, Señor, ir en medio de nosotros. Es verdad que este es un pueblo
obstinado, pero perdona nuestra culpa y nuestro pecado, y conviértenos en tu
herencia».
(C.I.C
210) Tras el pecado de Israel, que se apartó de Dios para adorar al becerro de oro
(cf. Ex 32), Dios escucha la intercesión de Moisés y acepta marchar en medio de
un pueblo infiel, manifestando así su amor (cf. Ex 33,12-17). A Moisés, que
pide ver su gloria, Dios le responde: "Yo haré pasar ante tu vista toda mi
bondad (belleza) y pronunciaré delante de ti el nombre de YHWH" (Ex
33,18-19). Y el Señor pasa delante de Moisés, y proclama: "YHWH, YHWH,
Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y
fidelidad" (Ex 34,5-6). Moisés confiesa entonces que el Señor es un Dios
que perdona (cf. Ex 34,9).
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