sábado, 25 de mayo de 2019
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 495.
(Respuesta YouCat – repeticion) Nuestras
oraciones, hechas en el nombre de Jesús, llegan allí donde llegaban también las
oraciones de Jesús: al corazón del Padre celestial.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2668) La invocación del santo
Nombre de Jesús es el camino más sencillo de la oración continua. Repetida con
frecuencia por un corazón humildemente atento, no se dispersa en
"palabrerías" (Mt 6, 7), sino que "conserva la Palabra y
fructifica con perseverancia" (cf. Lc 8, 15). Es posible "en todo
tiempo" porque no es una ocupación al lado de otra, sino la única
ocupación, la de amar a Dios, que anima y transfigura toda acción en Cristo Jesús.
(C.I.C 2680) La oración está dirigida principalmente al Padre; igualmente se
dirige a Jesús, en especial por la invocación de su santo Nombre: "Señor
Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de nosotros, pecadores".
Para meditar
(Comentario
YouCat) Cuanto más confiemos en Jesús tanto más seguros podemos estar de esto.
Porque Jesús nos ha abierto de nuevo el camino del cielo que estaba cerrado
para nosotros por el pecado. Dado que Jesús es el camino hacia el Padre, los
cristianos concluyen sus oraciones con la fórmula «por Jesucristo, nuestro
Señor».
(Comentario CIC) (C.I.C
2669) La oración de la Iglesia venera y honra al Corazón de Jesús, como invoca su Santísimo Nombre. Adora al Verbo
encarnado y a su Corazón que, por amor a los hombres, se dejó traspasar por
nuestros pecados. La oración cristiana practica el Vía Crucis siguiendo al Salvador. Las estaciones desde el Pretorio,
al Gólgota y al Sepulcro jalonan el recorrido de Jesús que con su santa Cruz ha
redimido el mundo. (C.I.C 2681) "Nadie puede decir: 'Jesús es Señor', sino
por influjo del Espíritu Santo" (1Co 12, 3). La Iglesia nos invita a
invocar al Espíritu Santo como Maestro interior de la oración cristiana.
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