jueves, 2 de mayo de 2019
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 480.
Dios
te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa
María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén
En latín:
Ave María, gratia plena. Dominus tecum. Benedicta tu in mulieríbus, et
benedictus fructus ventrís tui, Jesús. Sancta
María, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc et in hora mortis nostrae. Amen.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2677a) "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros..." Con Isabel,
nos maravillamos y decimos: "¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga
a mí?" (Lc 1, 43). Porque nos da a Jesús su hijo, María es madre de Dios y
madre nuestra; podemos confiarle todos nuestros cuidados y nuestras peticiones:
ora por nosotros como ella oró por sí misma: "Hágase en mí según tu
palabra" (Lc 1, 38). Confiándonos a su oración, nos abandonamos con ella
en la voluntad de Dios: "Hágase tu voluntad". "Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la
hora de nuestra muerte".
Para meditar
(Comentario CIC) (C.I.C
2677b) Pidiendo a María que ruegue por nosotros, nos reconocemos pecadores y
nos dirigimos a la "Madre de la Misericordia", a la Toda Santa. Nos ponemos
en sus manos "ahora", en el hoy de nuestras vidas. Y nuestra
confianza se ensancha para entregarle desde ahora, "la hora de nuestra
muerte". Que esté presente en esa hora, como estuvo en la muerte en Cruz
de su Hijo y que en la hora de nuestro tránsito nos acoja como madre nuestra
(cf. Jn 19, 27) para conducirnos a su Hijo Jesús, al Paraíso.
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