martes, 9 de abril de 2019
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 472.
(Respuesta YouCat – repeticion) De Moisés
podemos aprender que «orar» es «hablar con Dios». Junto a la zarza ardiente,
Dios inicia una verdadera conversación con Moisés y le confía una misión.
Moisés pone objeciones y hace preguntas. Finalmente Dios le revela su nombre
sagrado. Así como entonces Moisés adquirió confianza con Dios y se dejó tomar
del todo a su servicio, así también debemos orar nosotros y entrar en la
escuela de Dios.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2576) Pues bien, "Dios hablaba con
Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo" (Ex 33, 11). La
oración de Moisés es modelo de la oración contemplativa gracias a la cual el
servidor de Dios es fiel a su misión. Moisés "conversa" con Dios frecuentemente
y durante largo rato, subiendo a la montaña para escucharle e implorarle,
bajando hacia el pueblo para transmitirle las palabras de su Dios y guiarlo.
"El es de toda confianza en mi casa; boca a boca hablo con él,
abiertamente" (Nm 12, 7-8), porque "Moisés era un hombre humilde más
que hombre alguno sobre la haz de la tierra" (Nm 12, 3).
Para meditar
(Comentario
YouCat) La Biblia menciona el nombre de Moisés 797 veces; esto muestra lo central
que es su figura como liberador y legislador del pueblo de Israel. Al mismo
tiempo, Moisés fue un gran intercesor por su pueblo. En la oración recibió su
misión, de la oración sacaba fuerzas. Moisés tenía una relación íntima y
personal con Dios: «El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un
hombre con un amigo» (Éx 33,11a). Antes de actuar o enseñar al pueblo, Moisés
se retiraba al monte para orar. Por este motivo es el prototipo del orante
contemplativo.
(Comentario CIC) (C.I.C
2577) De esta intimidad con el Dios fiel, lento a la ira y rico en amor (cf. Ex
34, 6), Moisés ha sacado la fuerza y la tenacidad de su intercesión. No pide
por él, sino por el pueblo que Dios ha adquirido. Moisés intercede ya durante
el combate con los amalecitas (cf. Ex 17, 8-13) o para obtener la curación de
María (cf. Nm 12, 13-14). Pero es sobre todo después de la apostasía del pueblo
cuando "se mantiene en la brecha" ante Dios (Sal 106, 23) para salvar
al pueblo (cf. Ex 32, 1-34, 9). Los argumentos de su oración (la intercesión es
también un combate misterioso) inspirarán la audacia de los grandes orantes
tanto del pueblo judío como de la Iglesia. Dios es amor, por tanto es justo y
fiel; no puede contradecirse, debe acordarse de sus acciones maravillosas, su
Gloria está en juego, no puede abandonar al pueblo que lleva su Nombre.
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