martes, 30 de abril de 2019
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 480.
Dios
te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa
María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén
En latín: Ave María, gratia plena. Dominus tecum. Benedicta
tu in mulieríbus, et benedictus fructus
ventrís tui, Jesús. Sancta
María, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc et in hora mortis nostrae. Amen.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2674) Desde el sí dado por la fe en
la anunciación y mantenido sin vacilar al pie de la cruz, la maternidad de
María se extiende desde entonces a los hermanos y a las hermanas de su Hijo,
"que son peregrinos todavía y que están ante los peligros y las
miserias" (Lumen gentium, 62).
Jesús, el único Mediador, es el Camino de nuestra oración; María, su Madre y
nuestra Madre es pura transparencia de Él: María "muestra el Camino"
[Odighitria], es su
"signo", según la iconografía tradicional de Oriente y Occidente.
Para meditar
(Comentario CIC) (C.I.C 2675) A partir de esta cooperación singular de María a la acción del
Espíritu Santo, las Iglesias han desarrollado la oración a la santa Madre de
Dios, centrándola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misterios. En
los innumerables himnos y antífonas que expresan esta oración, se alternan
habitualmente dos movimientos: uno "engrandece" al Señor por las
"maravillas" que ha hecho en su humilde esclava, y por medio de ella,
en todos los seres humanos (cf. Lc 1, 46-55); el segundo confía a la Madre de
Jesús las súplicas y alabanzas de los hijos de Dios ya que ella conoce ahora la
humanidad que en ella ha sido desposada por el Hijo de Dios.
lunes, 29 de abril de 2019
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 479.
YOUCAT Pregunta n. 479. - Parte II. ¿Qué podemos aprender del modo de orar de la Virgen María?
(Respuesta YouCat – repeticion) Aprender a
orar con María es unirse a su plegaria: «Hágase en mí según tu palabra» (Lc
1,38). Orares, en definitiva, la entrega que responde al amor de Dios. Si como
María decimos «sí», Dios tiene la oportunidad de vivir su vida en nuestra vida.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2618) El Evangelio nos revela cómo
María ora e intercede en la fe: en Caná (cf. Jn 2, 1-12) la madre de Jesús
ruega a su hijo por las necesidades de un banquete de bodas, signo de otro
banquete, el de las bodas del Cordero que da su Cuerpo y su Sangre a petición
de la Iglesia, su Esposa. Y en la hora de la nueva Alianza, al pie de la Cruz,
María es escuchada como la Mujer, la nueva Eva, la verdadera "madre de los
que viven".
Para meditar
(Comentario CIC) (C.I.C
2674) Desde el sí dado por la fe en la anunciación y mantenido sin vacilar al
pie de la cruz, la maternidad de María se extiende desde entonces a los
hermanos y a las hermanas de su Hijo, "que son peregrinos todavía y que
están ante los peligros y las miserias" (Lumen gentium, 62). Jesús, el único Mediador, es el Camino de
nuestra oración; María, su Madre y nuestra Madre es pura transparencia de Él:
María "muestra el Camino" [Odighitria],
es su "signo", según la iconografía tradicional de Oriente y
Occidente.
(Siguiente Pregunta: ¿Qué dice el Ave María?)
domingo, 28 de abril de 2019
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 479.
YOUCAT Pregunta n. 479. - Parte I. ¿Qué podemos aprender del modo de orar de la Virgen María?
(Respuesta YouCat) Aprender a orar con
María es unirse a su plegaria: «Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38).
Orares, en definitiva, la entrega que responde al amor de Dios. Si como María
decimos «sí», Dios tiene la oportunidad de vivir su vida en nuestra vida.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2617) La oración de María se nos
revela en la aurora de la plenitud de los tiempos. Antes de la encarnación del
Hijo de Dios y antes de la efusión del Espíritu Santo, su oración coopera de
manera única con el designio amoroso del Padre: en la anunciación, para la
concepción de Cristo (cf. Lc 1, 38); en Pentecostés para la formación de la
Iglesia, Cuerpo de Cristo (cf. Hch 1, 14). En la fe de su humilde esclava, el
don de Dios encuentra la acogida que esperaba desde el comienzo de los tiempos.
La que el Omnipotente ha hecho "llena de gracia" responde con la
ofrenda de todo su ser: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según
tu palabra". Fiat, ésta es la
oración cristiana: ser todo de Él, ya que Él es todo nuestro.
Para meditar
(Comentario CIC) (C.I.C
2622) La oración de la Virgen María, en su Fiat y en su Magnificat, se
caracteriza por la ofrenda generosa de todo su ser en la fe.
(Continua la Pregunta: ¿Qué podemos aprender del modo de orar de la Virgen María?)
sábado, 27 de abril de 2019
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 478.
YOUCAT Pregunta n. 478. - Parte II. ¿Por qué podemos confiar en que nuestra oración será escuchada por Dios?
(Respuesta YouCat – repeticion) Muchas
personas que pidieron su curación a Jesús en su vida terrena fueron escuchadas.
Jesús, que ha resucitado de la muerte, vive y escucha nuestras súplicas y las
lleva ante el Padre.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2615) Más todavía, lo que el Padre
nos da cuando nuestra oración está unida a la de Jesús, es "otro
Paráclito, […] para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de la
verdad" (Jn 14, 16-17). Esta novedad de la oración y de sus condiciones
aparece en todo el Discurso de despedida (cf. Jn 14, 23-26; 15, 7. 16; 16,
13-15. 23-27). En el Espíritu Santo, la oración cristiana es comunión de amor
con el Padre, no solamente por medio de Cristo, sino también en Él:
"Hasta ahora nada le habéis pedido en mi Nombre. Pedid y recibiréis para
que vuestro gozo sea perfecto" (Jn 16, 24).
Para meditar
(Comentario
YouCat) Todavía hoy conocemos el nombre del jefe de la sinagoga: Jairo fue el
hombre que imploró a Jesús que le ayudara y fue escuchado. Su pequeña hija
estaba mortalmente enferma. Nadie más podía ayudarle. Jesús no sólo curó a su
hijita, sino que incluso la resucitó de entre los muertos (Me 5,21-43). De
Jesús brotaron una gran cantidad de curaciones testificadas con seguridad.
Realizó signos y milagros. Los paralíticos, leprosos y ciegos no suplicaron en
vano a Jesús. También hay testimonios de oraciones atendidas por todos los
santos de la Iglesia. Muchos cristianos tienen la experiencia de haber
suplicaron algo a Dios y haber sido escuchados. Sin embargo, Dios no es una
máquina. Debemos dejar en sus manos la forma en la que contesta a nuestros
ruegos.
(Comentario CIC) (C.I.C
2621) En su enseñanza, Jesús instruye a sus discípulos para que oren con un
corazón purificado, una fe viva y perseverante, una audacia filial. Les insta a
la vigilancia y les invita a presentar sus peticiones a Dios en su Nombre. El
mismo escucha las plegarias que se le dirigen.
(Siguiente Pregunta: ¿Qué podemos aprender del modo de orar de la Virgen María?)
viernes, 26 de abril de 2019
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 478.
YOUCAT Pregunta n. 478. - Parte I. ¿Por qué podemos confiar en que nuestra oración será escuchada por Dios?
(Respuesta YouCat) Muchas personas que
pidieron su curación a Jesús en su vida terrena fueron escuchadas. Jesús, que
ha resucitado de la muerte, vive y escucha nuestras súplicas y las lleva ante
el Padre.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) C.I.C 2616a) La oración a Jesús ya fue escuchada por Él durante su ministerio, a través de los signos que
anticipan el poder de su muerte y de su resurrección: Jesús escucha la oración
de fe expresada en palabras (del leproso: cf. Mc 1, 40-41, de Jairo cf. Mc 5,
36, de la cananea cf. Mc 7, 29, del buen ladrón cf. Lc 23, 39-43), o en
silencio (de los portadores del paralítico cf. Mc 2, 5, de la hemorroísa cf. Mc
5, 28 que toca el borde de su manto, de las lágrimas y el perfume de la
pecadora cf. Lc 7, 37-38). La petición apremiante de los ciegos: "¡Ten
piedad de nosotros, Hijo de David!" (Mt 9, 27) o "¡Hijo de David, ten
compasión de mí!" (Mc 10, 48) ha sido recogida en la tradición de la Oración a Jesús: "Señor Jesúcristo,
Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador". Sanando enfermedades o
perdonando pecados, Jesús siempre responde a la plegaria que le suplica con fe:
"Ve en paz, ¡tu fe te ha salvado!".
Para meditar
(Comentario
YouCat) Todavía hoy conocemos el nombre del jefe de la sinagoga: Jairo fue el
hombre que imploró a Jesús que le ayudara y fue escuchado. Su pequeña hija
estaba mortalmente enferma. Nadie más podía ayudarle. Jesús no sólo curó a su
hijita, sino que incluso la resucitó de entre los muertos (Me 5,21-43). De
Jesús brotaron una gran cantidad de curaciones testificadas con seguridad.
Realizó signos y milagros. Los paralíticos, leprosos y ciegos no suplicaron en
vano a Jesús. También hay testimonios de oraciones atendidas por todos los
santos de la Iglesia. Muchos cristianos tienen la experiencia de haber
suplicaron algo a Dios y haber sido escuchados. Sin embargo, Dios no es una
máquina. Debemos dejar en sus manos la forma en la que contesta a nuestros
ruegos.
(Comentario CIC) (C.I.C
2616b) San Agustín resume admirablemente las tres dimensiones de la oración de
Jesús: "Orat pro nobis ut sacerdos
noster, orat in nobis ut caput nostrum, oratur a nobis ut Deus noster.
Agnoscamus ergo et in illo voces nostras et voces eius in nobis"
("Ora por nosotros como sacerdote nuestro; ora en nosotros como cabeza
nuestra; a Él se dirige nuestra oración como a
Dios nuestro. Reconozcamos, por tanto, en Él nuestras voces; y la voz de Él, en
nosotros" (San Agustin, Enarratio in
Psalmum 85, 1: PL 36, 1081).
(Continua la Pregunta: ¿Por qué podemos confiar en que nuestra oración será escuchada por Dios?)
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