martes, 15 de mayo de 2018
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 307.
(Respuesta
YouCat) La fe es la virtud por la que asentimos a Dios, reconocemos su verdad y
nos vinculamos personalmente a él.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1814) La fe es la
virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y
revelado, y que la Santa Iglesia nos propone, porque Él es la verdad misma. Por
la fe ‘el hombre se entrega entera y libremente a Dios’ (Dei verbum, 5). Por eso el creyente se esfuerza por conocer y hacer
la voluntad de Dios. ‘El justo […] vivirá por la fe’ (Rm 1, 17). La fe viva
‘actúa por la caridad’ (Ga 5, 6). (C.I.C 1815)
El don de la fe permanece en el que no ha pecado contra ella (Cf. Concilio de
Trento: DS 1545). Pero, ‘la fe sin obras está muerta’ (St 2, 26): privada de la
esperanza y de la caridad, la fe no une plenamente el fiel a Cristo ni hace de
él un miembro vivo de su Cuerpo.
Para meditar
(Comentario YouCat) La fe es el
camino creado por Dios para acceder a la verdad, que es Dios mismo. Puesto que
Jesús es «el camino y la verdad y la vida» (Jn 14,6) esta fe no puede ser
unamera actitud, una «credulidad» en cualquier cosa. Por un lado la fe tiene
contenidos claros, que la Iglesia confiesa en el Credo (= confesión de fe) y
que está encargada de custodiar. Quien acepta el don de la fe, quien por tanto
quiere creer, confiesa esta fe mantenida fielmente a través de los tiempos y
las culturas. Por otra parte, la fe consiste en la relación de confianza con
Dios, con el corazón y la inteligencia, con todas las emociones. Porque la fe
«actúa por el amor» (Gal 5,6). Si alguien cree realmente en el Dios del amor lo
demuestra no en sus proclamaciones, sino en sus actos de amor.
(Comentario CIC) (C.I.C 1816) El
discípulo de Cristo no debe sólo guardar la fe y vivir de ella sino también
profesarla, testimoniarla con firmeza y difundirla: “Todos […] vivan preparados
para confesar a Cristo delante de los hombres y a seguirle por el camino de la
cruz en medio de las persecuciones que nunca faltan a la Iglesia” (Lumen gentium, 42; Cf. Dignitatis humanae, 14). El servicio y
el testimonio de la fe son requeridos para la salvación: “Todo […] aquel que se
declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre
que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo
también ante mi Padre que está en los cielos” (Mt 10, 32-33). (C.I.C 1842) Por la fe creemos en Dios y creemos todo lo que El
nos ha revelado y que la Santa Iglesia nos propone como objeto de fe.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario