miércoles, 2 de mayo de 2018
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 299.
(Respuesta
YouCat – repeticion) Una virtud es una actitud interior, una disposición
estable positiva, una pasión puesta al servicio del bien.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1821) Podemos,
por tanto, esperar la gloria del cielo prometida por Dios a los que le aman
(Cf. Rm 8, 28-30) y hacen su voluntad (Cf. Mt 7, 21). En toda circunstancia,
cada uno debe esperar, con la gracia de Dios, ‘perseverar hasta el fin’ (Cf. Mt
10, 22; Concilio de Trento: DS 1541) y obtener el gozo del cielo, como eterna
recompensa de Dios por las obras buenas realizadas con la gracia de Cristo. En
la esperanza, la Iglesia implora que ‘todos los hombres […] se salven’ (1Tm 2,
4). Espera estar en la gloria del cielo unida a Cristo, su esposo: “Espera,
espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora. Vela con cuidado, que
todo se pasa con brevedad, aunque tu deseo hace lo cierto dudoso, y el tiempo
breve largo. Mira que mientras más peleares, más mostrarás el amor que tienes a
tu Dios y más te gozarás con tu Amado con gozo y deleite que no puede tener
fin. (Santa Teresa de Jesús, Exclamaciones
del alma a Dios, 15, 3).
Para meditar
(Comentario YouCat) «Sed
perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto» (Mt 5,48). Es decir,
tenemos que transformarnos en elcamino hacia Dios. Con nuestras fuerzas humanas
sólo somos capaces de ello parcialmente. Dios apoya con su gracia las virtudes
humanas y además nos regala también las llamadas virtudes teologales, con cuya
ayuda alcanzamos con seguridad la luz y la cercanía de Dios.
(Comentario CIC) (C.I.C 1822) La caridad
es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por El
mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios. (C.I.C
1823) Jesús hace de la caridad el mandamiento nuevo (Cf. Jn 13, 34).
Amando a los suyos ‘hasta el fin’ (Jn 13, 1), manifiesta el amor del Padre que
ha recibido. Amándose unos a otros, los discípulos imitan el amor de Jesús que
reciben también en ellos. Por eso Jesús dice: ‘Como el Padre me amó, yo también
os he amado a vosotros; permaneced en mi amor’ (Jn 15, 9). Y también: ‘Este es
el mandamiento mío: que os améis unos a otros como yo os he amado’ (Jn 15, 12).
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