lunes, 2 de abril de 2018

Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 291.


YOUCAT Pregunta n. 291. – Parte II. ¿Cómo puede un hombre distinguir si sus actos son buenos o son malos?  


(Respuesta YouCat – repeticion) El hombre está en condiciones de distinguir las acciones buenas de las malas ejercitando su inteligencia y siguiendo la voz de su conciencia.      

Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1752a) Frente al objeto, la intención se sitúa del lado del sujeto que actúa. La intención, por estar ligada a la fuente voluntaria de la acción y por determinarla en razón del fin, es un elemento esencial en la calificación moral de la acción. El fin es el término primero de la intención y designa el objetivo buscado en la acción. La intención es un movimiento de la voluntad hacia un fin; mira al término del obrar. Apunta al bien esperado de la acción emprendida.        

Para meditar  

(Comentario YouCat) Para poder distinguir mejor las acciones buenas de las malas existen las siguientes directrices: 1. Lo que hago debe ser bueno; no es suficiente con una buena intención. Atracar un banco es siempre malo, aunque se cometa el atraco con la buena intención de dar el dinero a gente pobre. 2. Aunque la acción sea realmente buena, La mala intención con la que llevo a cabo el bien convierte en mala toda la acción. Si acompaño a una señora mayor y la ayudo a entrar en su casa, lo que hago es una buena acción. Pero si lo hago únicamente para preparar un futuro robo, toda la acción se convierte en un acto malo. 3. Las circunstancias bajo las que actúa una persona pueden disminuir la responsabilidad, pero no cambian nada del carácter bueno o malo de una acción.     

(Comentario CIC) (C.I.C 1752b) No se limita a la dirección de cada una de nuestras acciones tomadas aisladamente, sino que puede también ordenar varias acciones hacia un mismo objetivo; puede orientar toda la vida hacia el fin último. Por ejemplo, un servicio que se hace a alguien tiene por fin ayudar al prójimo, pero puede estar inspirado al mismo tiempo por el amor de Dios como fin último de todas nuestras acciones. Una misma acción puede, pues, estar inspirada por varias intenciones como hacer un servicio para obtener un favor o para satisfacer la vanidad. (C.I.C 1757) El objeto, la intención y las circunstancias constituyen las tres ‘fuentes’ de la moralidad de los actos humanos.         

(Continua la Pregunta: ¿Cómo puede un hombre distinguir si sus actos son buenos o son malos?)  

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