lunes, 26 de junio de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 151.
(Respuesta YouCat – repeticion) El perdón de los pecados
se da fundamentalmente en el Sacramento del Bautismo. Después es necesario el sacramento
de la Reconciliación (Penitencia, Confesión) para el perdón de los pecados
graves. Para los pecados veniales se recomienda también la Confesión. La
lectura de la Sagrada Escritura, la oración, el ayuno y la realización de
buenas obras tienen también un efecto expiatorio.
Reflecciones y
puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 238) La
invocación de Dios como "Padre" es conocida en muchas religiones. La
divinidad es con frecuencia considerada como "padre de los dioses y de los
hombres". En Israel, Dios es llamado Padre en cuanto Creador del mundo
(Cf. Dt 32,6; Ml 2,10). Pues aún más, es Padre en razón de la alianza y del don
de la Ley a Israel, su "primogénito" (Ex 4,22). Es llamado también
Padre del rey de Israel (cf. 2 S 7,14). Es muy especialmente "el Padre de
los pobres", del huérfano y de la viuda, que están bajo su protección
amorosa (cf. Sal 68,6).
Para meditar
(Comentario CIC) (C.I.C 239) Al designar a Dios con el nombre de
"Padre", el lenguaje de la fe indica principalmente dos aspectos: que
Dios es origen primero de todo y autoridad transcendente y que es al mismo
tiempo bondad y solicitud amorosa para todos sus hijos. Esta ternura paternal
de Dios puede ser expresada también mediante la imagen de la maternidad (cf. Is
66,13; Sal 131,2) que indica más expresivamente la inmanencia de Dios, la
intimidad entre Dios y su criatura. El lenguaje de la fe se sirve así de la
experiencia humana de los padres que son en cierta manera los primeros
representantes de Dios para el hombre. Pero esta experiencia dice también que
los padres humanos son falibles y que pueden desfigurar la imagen de la
paternidad y de la maternidad. Conviene recordar, entonces, que Dios
transciende la distinción humana de los sexos. No es hombre ni mujer, es Dios.
Transciende también la paternidad y la maternidad humanas (cf. Sal 27,10),
aunque sea su origen y medida (cf. Ef 3,14; Is 49,15): Nadie es padre como lo
es Dios.
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qué creemos en la resurrección de los muertos?)
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