viernes, 30 de junio de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 153.
(Respuesta YouCat – repeticion) El término bíblico
«carne» designa al hombre en su condición de debilidad y de mortalidad. Pero
Dios no contempla la carne humana como algo de escaso valor. En Jesús él mismo
tomó «carne» (Encarnación), para salvar al hombre. Dios no sólo salva el
espíritu del hombre, salva al hombre todo entero, en cuerpo y alma.
Reflecciones y
puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 998) ¿Quién
resucitará? Todos los hombres que han muerto: "los que hayan hecho el
bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la
condenación" (Jn 5, 29; cf. Dn 12, 2). (C.I.C 999) ¿Cómo? Cristo resucitó con su propio cuerpo: "Mirad mis manos
y mis pies; soy yo mismo" (Lc 24, 39); pero El no volvió a una vida
terrenal. Del mismo modo, en El "todos resucitarán con su propio cuerpo,
del que ahora están revestidos" (Concilio Lateranense IV: DS 801), pero
este cuerpo será "transfigurado en cuerpo de gloria" (cf. Flp 3, 21),
en "cuerpo espiritual" (1Co 15, 44): “Pero dirá alguno: ¿cómo
resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo vuelven a la vida? ¡Necio! Lo que tú
siembras no revive si no muere. Y lo que tú siembras no es el cuerpo que va a
brotar, sino un simple grano..., se siembra corrupción, resucita incorrupción
[...]; los muertos resucitarán incorruptibles. En efecto, es necesario que este
ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se
revista de inmortalidad” (1Cor 15,35-37. 42. 53). (C.I.C 1001) ¿Cuándo? Sin duda en el "último
día" (Jn 6, 39-40. 44. 54; 11, 24); "al fin del mundo" (Lumen gentium, 48). En efecto, la resurrección de los muertos
está íntimamente asociada a la Parusía de Cristo: El Señor mismo, a la orden
dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y
los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar” (1Ts 4, 16).
Para meditar
(Comentario YouCat) Dios nos
ha creado con cuerpo (carne) y alma. Al final del mundo él no abandonará la
«carne», ni a su creación como si fuera un juguete viejo. En el «último día»
nos resucitará en la carne. Esto quiere decir que seremos transformados, pero
que nos encontraremos, no obstante, en nuestro elemento. Tampoco para
Jesucristo fue un mero episodio el estar en la carne. Cuando el Resucitado se
apareció, los discípulos contemplaron sus heridas corporales.
(Comentario CIC) (C.I.C 1015) Caro salutis est cardo ("La carne
es soporte de la salvación") (Tertuliano, De resurrectione mortuorum, 8, 2: PL 2, 852). Creemos en Dios que
es el creador de la carne; creemos en el Verbo hecho carne para rescatar la
carne; creemos en la resurrección de la carne, perfección de la creación y de
la redención de la carne.
jueves, 29 de junio de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 153.
YOUCAT Pregunta n. - 153 – Parte II. ¿Por qué creemos en la resurrección de la «carne»?
(Respuesta YouCat – repeticion) El término bíblico
«carne» designa al hombre en su condición de debilidad y de mortalidad. Pero
Dios no contempla la carne humana como algo de escaso valor. En Jesús él mismo
tomó «carne» (Encarnación), para salvar al hombre. Dios no sólo salva el
espíritu del hombre, salva al hombre todo entero, en cuerpo y alma.
Reflecciones y
puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 995) Ser testigo de Cristo es ser
"testigo de su Resurrección" (Hch 1, 22; cf. 4, 33), "haber
comido y bebido con él después de su Resurrección de entre los muertos"
(Hch 10, 41). La esperanza cristiana en la resurrección está totalmente marcada
por los encuentros con Cristo resucitado. Nosotros resucitaremos como Él, con Él, por Él. (C.I.C 996) Desde el principio, la fe cristiana
en la resurrección ha encontrado incomprensiones y oposiciones (cf. Hch 17, 32;
1 Co 15, 12-13). "En ningún punto la fe cristiana encue ntra más
contradicción que en la resurrección de la carne" (San Agustín, Enarratio in Psalmum 88, 2, 5: PL
37,1134). Se acepta muy comúnmente que, después de la muerte, la vida de la
persona humana continúa de una forma espiritual. Pero ¿cómo creer que este
cuerpo tan manifiestamente mortal pueda resucitar a la vida eterna? (C.I.C 997)
¿Qué es resucitar? En la muerte,
separación del alma y el cuerpo, el cuerpo del hombre cae en la corrupción,
mientras que su alma va al encuentro con Dios, en espera de reunirse con su
cuerpo glorificado. Dios en su omnipotencia dará definitivamente a nuestros
cuerpos la vida incorruptible uniéndolos a nuestras almas, por la virtud de la
Resurrección de Jesús.
Para meditar
(Comentario YouCat) Dios nos
ha creado con cuerpo (carne) y alma. Al final del mundo él no abandonará la
«carne», ni a su creación como si fuera un juguete viejo. En el «último día»
nos resucitará en la carne. Esto quiere decir que seremos transformados, pero
que nos encontraremos, no obstante, en nuestro elemento. Tampoco para
Jesucristo fue un mero episodio el estar en la carne. Cuando el Resucitado se
apareció, los discípulos contemplaron sus heridas corporales.
(Comentario CIC) (C.I.C 1000) Este "cómo occurrirá la
resurreción" sobrepasa nuestra imaginación y nuestro entendimiento; no es
accesible más que en la fe. Pero nuestra participación en la Eucaristía nos da
ya un anticipo de la transfiguración de nuestro cuerpo por Cristo: “Así como el
pan que viene de la tierra, después de haber recibido la invocación de Dios, ya
no es pan ordinario, sino Eucaristía, constituida por dos cosas, una terrena y
otra celestial, así nuestros cuerpos que participan en la eucaristía ya no son
corruptibles, ya que tienen la esperanza de la resurrección” (San Ireneo de
Lyon, Adversus haereses, 4, 18, 5: PG
7, 1028-1029).
(Continua la Pregunta: ¿Por qué creemos en la resurrección de la «carne»?)
miércoles, 28 de junio de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 153.
YOUCAT Pregunta n. - 153 – Parte I. ¿Por qué creemos en la resurrección de la «carne»?
(Respuesta YouCat) El término bíblico «carne» designa al
hombre en su condición de debilidad y de mortalidad. Pero Dios no contempla la
carne humana como algo de escaso valor. En Jesús él mismo tomó «carne»
(Encarnación), para salvar al hombre. Dios no sólo salva el espíritu del hombre,
salva al hombre todo entero, en cuerpo y alma.
Reflecciones y
puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 992) La resurrección de los muertos fue revelada
progresivamente por Dios a su Pueblo. La esperanza en la resurrección corporal
de los muertos se impuso como una consecuencia intrínseca de la fe en un Dios
creador del hombre todo entero, alma y cuerpo. El creador del cielo y de la
tierra es también Aquél que mantiene fielmente su Alianza con Abraham y su
descendencia. En esta doble perspectiva comienza a expresarse la fe en la
resurrección. En sus pruebas, los mártires Macabeos confiesan: “El Rey del
mundo a nosotros que morimos por sus leyes, nos resucitará a una vida eterna
(2M 7, 9). Es preferible morir a manos de los hombres con la esperanza que Dios
otorga de ser resucitados de nuevo por él” (2M 7, 14. 29; Dn 12, 1-13). (C.I.C
993) Los fariseos (cf. Hch 23, 6) y muchos contemporáneos del Señor (cf. Jn 11,
24) esperaban la resurrección. Jesús la enseña firmemente. A los saduceos que
la niegan responde: "Vosotros no conocéis ni las Escrituras ni el poder de
Dios, vosotros estáis en el error" (Mc 12, 24). La fe en la resurrección
descansa en la fe en Dios que "no es un Dios de muertos sino de
vivos" (Mc 12, 27).
Para meditar
(Comentario YouCat) Dios nos
ha creado con cuerpo (carne) y alma. Al final del mundo él no abandonará la
«carne», ni a su creación como si fuera un juguete viejo. En el «último día»
nos resucitará en la carne. Esto quiere decir que seremos transformados, pero
que nos encontraremos, no obstante, en nuestro elemento. Tampoco para
Jesucristo fue un mero episodio el estar en la carne. Cuando el Resucitado se
apareció, los discípulos contemplaron sus heridas corporales.
(Comentario CIC) (C.I.C 994) Pero hay más: Jesús liga la fe
en la resurrección a la fe en su propia persona: "Yo soy la resurrección y
la vida" (Jn 11, 25). Es el mismo Jesús el que resucitará en el último día
a quienes hayan creído en él (cf. Jn 5, 24-25; 6, 40) y hayan comido su cuerpo
y bebido su sangre (cf. Jn 6, 54). En su vida pública ofrece ya un signo y una
prenda de la resurrección devolviendo la vida a algunos muertos (cf. Mc 5,
21-42; Lc 7, 11-17; Jn 11), anunciando así su propia Resurrección que, no
obstante, será de otro orden. De este acontecimiento único, El habla como del
"signo de Jonás" (Mt 12, 39), del signo del Templo (cf. Jn 2, 19-22):
anuncia su Resurrección al tercer día después de su muerte (cf. Mc 10,
34).
(Continua la Pregunta: ¿Por qué creemos en la resurrección de la «carne»?)
martes, 27 de junio de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 152.
YOUCAT Pregunta n. - 152 - ¿Por qué creemos en la resurrección de los muertos?
(Respuesta YouCat) Creemos en la resurrección de los
muertos porque Cristo ha resucitado de entre los muertos, vive para siempre y
nos hace partícipes de esta vida eterna.
Reflecciones y
puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 988) El Credo
cristiano –profesión de nuestra fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, y en
su acción creadora, salvadora y santificadora– culmina en la proclamación de la
resurrección de los muertos al fin de los tiempos, y en la vida eterna. (C.I.C
989) Creemos firmemente, y así lo esperamos, que del
mismo modo que Cristo ha resucitado verdaderamente de entre los muertos, y que
vive para siempre, igualmente los justos después de su muerte vivirán para
siempre con Cristo resucitado y que El los resucitará en el último día (cf. Jn
6, 39-40). Como la suya, nuestra resurrección será obra de la Santísima
Trinidad: “Si el Espíritu de Aquél que resucitó a Jesús de entre los muertos
habita en vosotros, Aquél que resucitó a Jesús de entre los muertos dará
también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en
vosotros” (Rm 8, 11; cf. 1Ts 4, 14; 1Co 6, 14; 2Co 4, 14; Flp 3, 10-11).
Para meditar
(Comentario YouCat) Cuando
un hombre muere, su cuerpo es enterrado o incinerado. A pesar de ello creemos
que hay una vida después de la muerte para esa persona. Jesús se ha mostrado en su Resurrección como Señor de la
muerte; su palabra es digna de fe: «Yo soy la resurrección y la vida: el que
cree en mí, aunque haya muerto, vivirá» (Jn 11,25b).
(Comentario CIC) (C.I.C 990) El
término "carne" designa al hombre en su condición de debilidad y de
mortalidad (cf. Gn 6, 3; Sal 56, 5; Is 40, 6). La "resurrección de la
carne" significa que, después de la muerte, no habrá solamente vida del
alma inmortal, sino que también nuestros "cuerpos mortales" (Rm 8,
11) volverán a tener vida. (C.I.C 991) Creer
en la resurrección de los muertos ha sido desde sus comienzos un elemento
esencial de la fe cristiana. "La resurrección de los muertos es esperanza
de los cristianos; somos cristianos por creer en ella" (Tertuliano, De resurrestione mortuorum. 1, 1: PL 2,
841): “¿Cómo andan diciendo algunos entre vosotros que no hay resurrección de
muertos? Si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si no
resucitó Cristo, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe [...]
¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de los que
durmieron “ (1Co 15, 12-14. 20).
(Siguiente Pregunta: ¿Por qué creemos en la resurrección de la «carne»?)
lunes, 26 de junio de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 151.
YOUCAT Pregunta n. - 151 – Parte VI. ¿Qué posibilidades hay en la Iglesia para el perdón de los pecados?
(Respuesta YouCat – repeticion) El perdón de los pecados
se da fundamentalmente en el Sacramento del Bautismo. Después es necesario el sacramento
de la Reconciliación (Penitencia, Confesión) para el perdón de los pecados
graves. Para los pecados veniales se recomienda también la Confesión. La
lectura de la Sagrada Escritura, la oración, el ayuno y la realización de
buenas obras tienen también un efecto expiatorio.
Reflecciones y
puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 238) La
invocación de Dios como "Padre" es conocida en muchas religiones. La
divinidad es con frecuencia considerada como "padre de los dioses y de los
hombres". En Israel, Dios es llamado Padre en cuanto Creador del mundo
(Cf. Dt 32,6; Ml 2,10). Pues aún más, es Padre en razón de la alianza y del don
de la Ley a Israel, su "primogénito" (Ex 4,22). Es llamado también
Padre del rey de Israel (cf. 2 S 7,14). Es muy especialmente "el Padre de
los pobres", del huérfano y de la viuda, que están bajo su protección
amorosa (cf. Sal 68,6).
Para meditar
(Comentario CIC) (C.I.C 239) Al designar a Dios con el nombre de
"Padre", el lenguaje de la fe indica principalmente dos aspectos: que
Dios es origen primero de todo y autoridad transcendente y que es al mismo
tiempo bondad y solicitud amorosa para todos sus hijos. Esta ternura paternal
de Dios puede ser expresada también mediante la imagen de la maternidad (cf. Is
66,13; Sal 131,2) que indica más expresivamente la inmanencia de Dios, la
intimidad entre Dios y su criatura. El lenguaje de la fe se sirve así de la
experiencia humana de los padres que son en cierta manera los primeros
representantes de Dios para el hombre. Pero esta experiencia dice también que
los padres humanos son falibles y que pueden desfigurar la imagen de la
paternidad y de la maternidad. Conviene recordar, entonces, que Dios
transciende la distinción humana de los sexos. No es hombre ni mujer, es Dios.
Transciende también la paternidad y la maternidad humanas (cf. Sal 27,10),
aunque sea su origen y medida (cf. Ef 3,14; Is 49,15): Nadie es padre como lo
es Dios.
(Siguiente
Pregunta: ¿Por
qué creemos en la resurrección de los muertos?)
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