jueves, 21 de marzo de 2013
Sal 121, 2 La ayuda me viene del Señor
2 La ayuda me viene del Señor, que hizo el cielo y la
tierra.
(C.I.C 1605) La Sagrada escritura afirma que el hombre y la
mujer fueron creados el uno para el otro: "No es bueno que el hombre esté
solo" (Gn 2,18). La mujer, "carne de su carne" (Gn 2,23), su
igual, la criatura más semejante al hombre mismo, le es dada por Dios como una
"auxilio" (Gn 2,18), representando así a Dios que es nuestro "auxilio"
(cf. Sal 121,2). "Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une
a su mujer, y se hacen una sola carne" (cf. Gn 2,24). Que esto significa
una unión indefectible de sus dos vidas, el Señor mismo lo muestra recordando
cuál fue "en el principio", el plan del Creador (Mt 19,4): "De
manera que ya no son dos sino una sola carne" (Mt 19,6).
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