miércoles, 20 de marzo de 2013
Sal 119, 160 tus justos juicios permanecen para siempre
160 Lo primordial de tu palabra es la verdad, y tus
justos juicios permanecen para siempre.
(C.I.C 215) "Es verdad el principio de tu palabra, por
siempre, todos tus justos juicios" (Sal 119,160). "Ahora, mi Señor
Dios, tú eres Dios, tus palabras son verdad" (2S 7,28); por eso las
promesas de Dios se realizan siempre (cf. Dt 7,9). Dios es la Verdad misma, sus
palabras no pueden engañar. Por ello el hombre se puede entregar con toda
confianza a la verdad y a la fidelidad de la palabra de Dios en todas las
cosas. El comienzo del pecado y de la caída del hombre fue una mentira del
tentador que indujo a dudar de la palabra de Dios, de su benevolencia y de su
fidelidad.
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