miércoles, 22 de marzo de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 127.
(Respuesta YouCat – repeticion) Jesucristo
ama a la Iglesia como un esposo ama a su esposa. Se vincula para siempre a ella
y entrega su vida por ella.
Reflecciones
y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C
796a) La unidad de Cristo y de la Iglesia, Cabeza y miembros del Cuerpo,
implica también la distinción de ambos en una relación personal. Este aspecto
es expresado con frecuencia mediante la imagen del esposo y de la esposa. El
tema de Cristo Esposo de la Iglesia fue preparado por los profetas y anunciado
por Juan Bautista (cf. Jn 3, 29). El Señor se designó a sí mismo como "el
Esposo" (Mc 2, 19; cf. Mt 22, 1-14; 25, 1-13). El apóstol presenta a la
Iglesia y a cada fiel, miembro de su Cuerpo, como una Esposa
"desposada" con Cristo Señor para "no ser con él más que un solo
Espíritu" (cf. 1Co 6,15-17; 2Co 11,2). Ella es la Esposa inmaculada del
Cordero inmaculado (cf. Ap 22,17; Ef 1,4; 5,27), a la que Cristo "amó y
por la que se entregó a fin de santificarla" (Ef 5,26), la que él se
asoció mediante una Alianza eterna y de la que no cesa de cuidar como de su
propio Cuerpo (cf. Ef 5,29): “He ahí el Cristo total, cabeza y cuerpo, uno solo
formado de muchos [...]
Para
meditar
(Comentario
YouCat) Quien ha estado enamorado una vez,
intuye lo que es el amor. Jesús lo sabe y se denomina a sí mismo esposo, que
corteja a su esposa con amor ardiente y que desea celebrar la fiesta del amor
con ella. Su esposa somos nosotros, la Iglesia. Ya en el Antiguo Testamento se
compara el amor de Dios por su pueblo con el amor entre esposo y esposa. Cuando
Jesús nos corteja a cada uno de nosotros, ¡cuántas veces es un amante
desgraciado, por así decir, enamorado de aquellos que no quieren saber nada de
su amor y no le corresponden!
(Comentario CIC) (C.I.C 796b) Sea la cabeza la que
hable, sean los miembros, es Cristo el que habla. Habla en el papel de cabeza [ex persona capitis] o en el de cuerpo [ex persona corporis]. Según lo que está
escrito: "Y los dos se harán una sola carne. Gran misterio es éste, lo
digo respecto a Cristo y la Iglesia."(Ef 5,31-32) Y el Señor mismo en el
evangelio dice: "De manera que ya no son dos sino una sola carne" (Mt
19,6). Como lo habéis visto bien, hay en efecto dos personas diferentes y, no
obstante, no forman más que una en el abrazo conyugal ... Como cabeza él se llama "esposo" y como cuerpo "esposa"
(San Agustín, Enarratio in Psalmum
74, 4: PL 36, 948-949).
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