miércoles, 14 de septiembre de 2016
Comentario CIC al YouCat. Pregunta n. 79.
(Respuesta YouCat) Sí. Jesús «trabajó con
manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre,
amó con corazón de hombre» (Concilio Vaticano II, GS 22,2).
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 470) Puesto que en la unión misteriosa de
la Encarnación "la naturaleza humana ha sido asumida, no absorbida" (Gaudium et spes, 22), la Iglesia ha
llegado a confesar con el correr de los siglos, la plena realidad del alma
humana, con sus operaciones de inteligencia y de voluntad, y del cuerpo humano
de Cristo. Pero paralelamente, ha tenido que recordar en cada ocasión que la
naturaleza humana de Cristo pertenece propiamente a la persona divina del Hijo
de Dios que la ha asumido. Todo lo que es y hace en ella pertenece a "uno
de la Trinidad". El Hijo de Dios comunica, pues, a su humanidad su propio
modo personal de existir en la Trinidad. Así, en su alma como en su cuerpo,
Cristo expresa humanamente las comportamientos divinos de la Trinidad (cf. Jn
14, 9-10): “El Hijo de Dios [...] trabajó con manos de hombre, pensó con
inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre.
Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo
semejante a nosotros, excepto en el pecado (Gaudium
et spes, 22).
Para Meditar
(Comentario YouCat) A la humanidad plena de Jesús
pertenece también que tuviera un alma y que se desarrollara espiritualmente. En
esta alma estaba radicada su identidad humana y su particular autoconciencia.
Jesús conocía su unidad con su Padre celeste en el Espíritu Santo, por quien se
dejaba guiar en todas las situaciones de su vida.
(Comentario CIC) (C.I.C 471) Apolinar de Laodicea afirmaba que en
Cristo el Verbo había sustituído al alma o al espíritu. Contra este error la
Iglesia confesó que el Hijo eterno asumió también un alma racional humana (cf.
San Dámaso I, Epistula: DS 149).
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