miércoles, 14 de enero de 2009

Jn 16, 16-20 ¿Qué significa: Yo me voy al Padre?

(Jn 16, 16-20) ¿Qué significa: Yo me voy al Padre?
[16] Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver». [17] Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: «¿Qué significa esto que nos dice: “Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver”? ¿Y qué significa: “Yo me voy al Padre”?». [18] Decían: «¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir». [19] Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: «Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: “Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver”. [20] Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.
(C.I.C 2614) Cuando Jesús confía abiertamente a sus discípulos el misterio de la oración al Padre, les desvela lo que deberá ser su oración, y la nuestra, cuando haya vuelto, con su humanidad glorificada, al lado del Padre. Lo que es nuevo ahora es "pedir en su Nombre" (Jn 14, 13). La fe en El introduce a los discípulos en el conocimiento del Padre porque Jesús es "el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 14, 6). La fe da su fruto en el amor: guardar su Palabra, sus mandamientos, permanecer con El en el Padre que nos ama en El hasta permanecer en nosotros. En esta nueva Alianza, la certeza de ser escuchados en nuestras peticiones se funda en la oración de Jesús (cf. Jn 14, 13-14). (C.I.C 2615) Más todavía, lo que el Padre nos da cuando nuestra oración está unida a la de Jesús, es "otro Paráclito, […] para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de la verdad" (Jn 14, 16-17). Esta novedad de la oración y de sus condiciones aparece en todo el Discurso de despedida (cf. Jn 14, 23-26; 15, 7. 16; 16, 13-15. 23-27). En el Espíritu Santo, la oración cristiana es comunión de amor con el Padre, no solamente por medio de Cristo, sino también en Él: "Hasta ahora nada le habéis pedido en mi Nombre. Pedid y recibiréis para que vuestro gozo sea perfecto" (Jn 16, 24). (C.I.C 2761) "La oración del Señor o dominical es, en verdad el resumen de todo el Evangelio" (Tertuliano, De oratione, 1, 6: PL 1, 1255). "Cuando el Señor hubo legado esta fórmula de oración, añadió: 'Pedid y se os dará' (Jn 16,24). Por tanto, cada uno puede dirigir al cielo diversas oraciones según sus necesidades, pero comenzando siempre por la oración del Señor que sigue siendo la oración fundamental" (Tertuliano, De oratione, 10; PL 1, 1268-1269).

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