martes, 5 de abril de 2011

Hb 9, 1-5 La primera alianza tenía una liturgia

Hebreos 9

(Hb 9, 1-5) La primera alianza tenía una liturgia

[1] La primera alianza tenía una liturgia y un santuario como los hay en este mundo. [2] Un primer recinto fue destinado para el candelabro y la mesa con los panes ofrecidos; esta parte se llama el Lugar Santo. [3] A continuación, detrás de la segunda cortina, hay otro recinto, llamado el Lugar Santísimo, [4] donde está el altar de oro de los perfumes y el arca de la alianza enteramente cubierta de oro. El arca contenía un vaso de oro con el maná, la vara de Aarón que había florecido y las tablas de la Ley. [5] Por encima el arca están los querubines de la Gloria, cubriendo con sus alas el Lugar del Perdón. Pero no cabe aquí describirlo todo con más detalles.

(C.I.C 1113) Toda la vida litúrgica de la Iglesia gira en torno al Sacrificio eucarístico y los sacramentos (cf. Sacrosanctum Concilium, 6). Hay en la Iglesia siete sacramentos: Bautismo, Confirmación o Crismación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio (cf. Concilio de Lyon: DS 860; Concilio de Florencia: DS 1310; Concilio de Trento: DS 1601). En este artículo se trata de lo que es común a los siete sacramentos de la Iglesia desde el punto de vista doctrinal. Lo que les es común bajo el aspecto de la celebración se expondrá en el capítulo segundo, y lo que es propio de cada uno de ellos será objeto de la segunda sección. (C.I.C 1114) "Adheridos a la doctrina de las Santas Escrituras, a las tradiciones apostólicas y al parecer unánime de los Padres" (Concilio de Trento: DS 160), profesamos que "los sacramentos de la nueva Ley fueron todos instituidos por nuestro Señor Jesucristo" (Concilio de Trento: DS 1601). (C.I.C 1118) Los sacramentos son "de la Iglesia" en el doble sentido de que existen "por ella" y "para ella". Existen "por la Iglesia" porque ella es el sacramento de la acción de Cristo que actúa en ella gracias a la misión del Espíritu Santo. Y existen "para la Iglesia", porque ellos son "sacramentos que constituyen la Iglesia" (San Agustín, De civitate Dei, 22, 17: PL 41, 779; Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae 3, 64, 2 ad 3), ya que manifiestan y comunican a los hombres, sobre todo en la Eucaristía, el misterio de la Comunión del Dios Amor, uno en tres Personas. (C.I.C 1119) Formando con Cristo-Cabeza "como una única […] persona mística" (Pío XII, Mystici corporis), la Iglesia actúa en los sacramentos como "comunidad sacerdotal" "orgánicamente estructurada" (Lumen gentium, 11): gracias al Bautismo y la Confirmación, el pueblo sacerdotal se hace apto para celebrar la liturgia; por otra parte, algunos fieles "que han recibido el sacramento del orden están instituidos en nombre de Cristo para ser los pastores de la Iglesia con la palabra y la gracia de Dios" (Lumen gentium, 11).

No hay comentarios: