miércoles, 30 de julio de 2008

Lc 7, 44-47 Esta mujer ha demostrado mucho amor

(Lc 7, 44-47) Esta mujer ha demostrado mucho amor
[44] Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. [45] Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entré, no cesó de besar mis pies. [46] Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume sobre mis pies. [47] Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor».
(C.I.C 1440) El pecado es, ante todo, ofensa a Dios, ruptura de la comunión con él. Al mismo tiempo, atenta contra la comunión con la Iglesia. Por eso la conversión implica a la vez el perdón de Dios y la reconciliación con la Iglesia, que es lo que expresa y realiza litúrgicamente el sacramento de la Penitencia y de la Reconciliación (cf. Lumen gentium, 11). (C.I.C 1446) Cristo instituyó el sacramento de la Penitencia en favor de todos los miembros pecadores de su Iglesia, ante todo para los que, después del Bautismo, hayan caído en el pecado grave y así hayan perdido la gracia bautismal y lesionado la comunión eclesial. El sacramento de la Penitencia ofrece a éstos una nueva posibilidad de convertirse y de recuperar la gracia de la justificación. Los Padres de la Iglesia presentan este sacramento como "la segunda tabla (de salvación) después del naufragio que es la pérdida de la gracia" (Concilio de Trento: DS 1542; cf. Tertuliano, De paenitentia 4,2: PL 1, 1343). (C.I.C 1450) "La penitencia mueve al pecador a soportarlo todo con ánimo bien dispuesto; en su corazón, contrición; en la boca, confesión; en la obra toda humildad y fructífera satisfacción" (Catecismo Romano, 2, 5, 21; cf. Concilio de Trento: DS 1673). (C.I.C 1451) Entre los actos del penitente, la contrición aparece en primer lugar. Es "un dolor del alma y una detestación del pecado cometido con la resolución de no volver a pecar" Concilio de Trento: DS 1676).

No hay comentarios: