jueves, 28 de marzo de 2019
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 466.
(Respuesta YouCat – repeticion) La envidia
es disgusto y enfado ante el bienestar de otros y el deseo de apropiarse indebidamente
de lo que otros tienen. Quien desea el mal de otro, peca gravemente. La envidia
decrece cuando uno se esfuerza por alegrarse cada vez más de los éxitos y los
dones de otros, cuando se cree en la providencia amorosa de Dios también para
uno mismo y cuando se orienta el corazón hacia la verdadera riqueza. Ésta
consiste en que por medio del Espíritu Santo tenemos ya parte en Dios.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2540) La envidia representa una de las
formas de la tristeza y, por tanto, un rechazo de la caridad; el bautizado debe
luchar contra ella mediante la benevolencia. La envidia procede con frecuencia
del orgullo; el bautizado ha de esforzarse por vivir en la humildad:
“¿Querríais ver a Dios glorificado por vosotros? Pues bien, alegraos del
progreso de vuestro hermano y con ello Dios será glorificado por vosotros. Dios
será alabado -se dirá- porque su siervo ha sabido vencer la envidia poniendo su
alegría en los méritos de otros” (San Juan Crisóstomo, In epistulam ad Romanos, homilía 7, 5: PG 60, 448).
Para meditar
(Comentario CIC) (C.I.C
2554) El bautizado combate la envidia mediante la caridad, la humildad y el
abandono en la providencia de Dios.
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