viernes, 16 de agosto de 2019

Comentario CIC al YouCat. Pregunta n. 526.


YOUCAT Pregunta n. 526. - Parte IV. ¿A quién se refiere la petición «líbranos del mal»? 


(Respuesta YouCat – repeticion) Con «el mal» no se habla en el Padrenuestro de una fuerza espiritual o energía negativa, sino del mal en persona que la Sagrada Escritura conoce bajo el nombre de tentador, padre de la mentira, Satanás o diablo.      

Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2864) En la última petición, "y líbranos del mal", el cristiano pide a Dios con la Iglesia que manifieste la victoria, ya conquistada por Cristo, sobre el "Príncipe de este mundo", sobre Satanás, el ángel que se opone personalmente a Dios y a Su plan de salvación.         

Para meditar   

(Comentario YouCat) Nadie negará que el mal en el mundo tiene un poder devastador, que estamos rodeados de insinuaciones diabólicas, que en la historia a menudo se desarrollan procesos demoníacos. Sólo La Sagrada Escritura Llama a las cosas por su nombre: «Porque nuestra lucha no es contra hombres de carne y hueso sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas» (Ef 6,12). La petición del Padrenuestro de ser librados deL mal pone ante Dios toda La miseria de este mundo y suplica que Dios, el Todopoderoso, nos libere de todos los males, como se expresa también en el embolismo.

(Comentario CIC) (C.I.C 2854) Al pedir ser liberados del Maligno, oramos igualmente para ser liberados de todos los males, presentes, pasados y futuros de los que él es autor o instigador. En esta última petición, la Iglesia presenta al Padre todas las desdichas del mundo. Con la liberación de todos los males que abruman a la humanidad, implora el don precioso de la paz y la gracia de la espera perseverante en el retorno de Cristo. Orando así, anticipa en la humildad de la fe la recapitulación de todos y de todo en Aquél que "tiene las llaves de la Muerte y del Hades" (Ap 1,18), "el Dueño de todo, Aquél que es, que era y que ha de venir" (Ap 1,8; cf. Ap 1, 4): “Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo (Rito de la Comunion [Embolismo]: Misal Romano).         

(Siguiente Pregunta: ¿Por qué terminamos el Padrenuestro con un«Amén»?)   

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