jueves, 1 de agosto de 2019
Comentario CIC al YouCat. Pregunta n. 522.
(Respuesta YouCat – repeticion) Pedir el
pan de cada día nos convierte en personas que lo esperan todo de la bondad de
su padre celestial, también los bienes materiales y espirituales necesarios
para vivir. Ningún cristiano puede formular esta petición sin pensar en su
responsabilidad real por todos aquellos a quienes en el mundo les falta lo
necesario para vivir.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2830) "Nuestro pan". El Padre que nos da la vida no puede dejar de
darnos el alimento necesario para ella, todos los bienes convenientes,
materiales y espirituales. En el Sermón de la montaña, Jesús insiste en esta
confianza filial que coopera con la Providencia de nuestro Padre (cf. Mt 6,
25-34). No nos impone ninguna pasividad (cf. 2Ts 3, 6-13) sino que quiere librarnos
de toda inquietud agobiante y de toda preocupación. Así es el abandono filial
de los hijos de Dios: “A los que buscan el Reino y la justicia de Dios, él les
promete darles todo por añadidura. Todo en efecto pertenece a Dios: al que
posee a Dios, nada le falta, si él mismo no falta a Dios”. (San Cipriano, De domimica oratiome, 21: Pl 4,
551).
Para meditar
(Comentario CIC) (C.I.C
2831) Pero la existencia de hombres que padecen hambre por falta de pan revela
otra hondura de esta petición. El drama del hambre en el mundo llama a los
cristianos que oran en verdad a una responsabilidad efectiva hacia sus
hermanos, tanto en sus conductas personales como en su solidaridad con la
familia humana. Esta petición de la Oración del Señor no puede ser aislada de
las parábolas del pobre Lázaro (cf. Lc 16, 19-31) y del juicio final (cf. Mt
25, 31-46).
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