(1Pd 5, 5-7) Dios da su ayuda a los humildes
[5] De la misma manera, ustedes, los jóvenes, sométanse a los presbíteros. Que cada uno se revista de sentimientos de humildad para con los demás, porque Dios se opone a los orgullosos y da su ayuda a los humildes. [6] Humíllense bajo la mano poderosa de Dios, para que él los eleve en el momento oportuno. [7] Descarguen en él todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes.
(C.I.C 322) Cristo nos invita al abandono filial en la providencia de nuestro Padre celestial (cf. Mt 6, 26-34) y el apóstol san Pedro insiste: "Confiadle todas vuestras preocupaciones pues él cuida de vosotros" (1P 5, 7; cf. Sal 55, 23). (C.I.C 2692) En su oración, la Iglesia peregrina se asocia con la de los santos cuya intercesión solicita. (C.I.C 2691) La iglesia, casa de Dios, es el lugar propio de la oración litúrgica de la comunidad parroquial. Es también el lugar privilegiado para la adoración de la presencia real de Cristo en el Santísimo Sacramento. La elección de un lugar favorable no es indiferente para la verdad de la oración: — para la oración personal, el lugar favorable puede ser un "rincón de oración", con las Sagradas Escrituras e imágenes, para estar " en lo secreto" ante nuestro Padre (cf. Mt 6, 6). En una familia cristiana este tipo de pequeño oratorio favorece la oración en común. — en las regiones en que existen monasterios, una vocación de estas comunidades es favorecer la participación de los fieles en la Oración de las Horas y permitir la soledad necesaria para una oració n personal más intensa (cf. Perfectae caritatis, 7). — las peregrinaciones evocan nuestro caminar por la tierra hacia el cielo. Son tradicionalmente tiempos fuertes de renovación de la oración. Los santuarios son, para los peregrinos en busca de fuentes vivas, lugares excepcionales para vivir "con la Iglesia" las formas de la oración cristiana. (C.I.C 2693) Las diferentes espiritualidades cristianas participan en la tradición viva de la oración y son guías preciosos para la vida espiritual. (C.I.C 2694) La familia cristiana es el primer lugar de educación para la oración. (C.I.C 2696) Los lugares más favorables para la oración son el oratorio personal o familiar, los monasterios, los santuarios de peregrinación y, sobretodo, el templo que es el lugar propio de la oración litúrgica para la comunidad parroquial y el lugar privilegiado de la adoración eucarística.
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