miércoles, 24 de noviembre de 2010

2Tm 2, 15 Fiel dispensador de la Palabra de verdad

(2Tm 2, 15) Fiel dispensador de la Palabra de verdad

[15] Esfuérzate en ser digno de la aprobación de Dios, presentándote ante él como un obrero que no tiene de qué avergonzarse y como un fiel dispensador de la Palabra de verdad.

(C.I.C 480) Jesucristo es verdadero Dios y verdadero Hombre en la unidad de su Persona divina; por esta razón él es el único Mediador entre Dios y los hombres.(C.I.C 466) La herejía nestoriana veía en Cristo una persona humana junto a la persona divina del Hijo de Dios. Frente a ella san Cirilo de Alejandría y el tercer Concilio Ecuménico reunido en Éfeso, en el año 431, confesaron que "el Verbo, al unirse en su persona a una carne animada por un alma racional, se hizo hombre" (Concilio de Éfeso: DS 250). La humanidad de Cristo no tiene más sujeto que la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido y hecho suya desde su concepción. Por eso el concilio de Éfeso proclamó en el año 431 que María llegó a ser con toda verdad Madre de Dios mediante la concepción humana del Hijo de Dios en su seno: "Madre de Dios, no porque el Verbo de Dios haya tomado de ella su naturaleza divina, sino porque es de ella, de quien tiene el cuerpo sagrado dotado de un alma racional […] unido a la persona del Verbo, de quien se dice que el Verbo nació según la carne" (Concilio de Éfeso: DS 251)

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