sábado, 30 de junio de 2018
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 331.
(Respuesta YouCat – repeticion) Todos los
hombres tienen la misma dignidad, pero no todos encuentran las mismas
condiciones de vida. Donde la desigualdad es causada por los hombres, está en
contradicción con el Evangelio. Donde los hombres han recibido de Dios
diferentes dones y talentos, es Dios quien nos remite unos a otros para que en
la caridad uno compense lo que le falta al otro.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1936) Al
venir al mundo, el hombre no dispone de todo lo que es necesario para el
desarrollo de su vida corporal y espiritual. Necesita de los demás. Ciertamente
hay diferencias entre los hombres por lo que se refiere a la edad, a las
capacidades físicas, a las aptitudes intelectuales o morales, a las
circunstancias de que cada uno se pudo beneficiar, a la distribución de las
riquezas (Gaudium et spes, 29). Los
‘talentos’ no están distribuidos por igual (Cf. Mt 25, 14-30, Lc 19, 11-27).
Para meditar
(Comentario YouCat) Existen
desigualdades entre los hombres que no tienen su origen en Dios, sino que
proceden de condiciones sociales, especialmente del reparto injusto en todo el
mundo de materias primas, propiedades y capital. Dios nos obliga a eliminar del
mundo todo aquello que está en abierta oposición al Evangelio y menosprecia la
dignidad de la persona. Pero hay también desigualdades entre los hombres que sí
corresponden a la voluntad de Dios: desigualdad en los talentos, en las
condiciones iniciales, en las posibilidades. En ello se esconde una indicación
de que ser hombre significa estar disponible para los demás en la caridad,
compartir con ellos y hacer posible la vida.
(Comentario CIC) (C.I.C 1938) Existen
también desigualdades escandalosas
que afectan a millones de hombres y mujeres. Están en abierta contradicción con
el Evangelio: “La igual dignidad de las personas exige que se llegue a una
situación de vida más humana y más justa. Pues las excesivas desigualdades
económicas y sociales entre los miembros o los pueblos de una única familia
humana resultan escandalosas y se oponen a la justicia social, a la equidad, a
la dignidad de la persona humana y también a la paz social e internacional” (Gaudium et spes, 29). (C.I.C
1947) La igual dignidad de las personas humanas exige el esfuerzo para reducir
las excesivas desigualdades sociales y económicas. Impulsa a la desaparición de
las desigualdades inicuas.
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