lunes, 28 de septiembre de 2009

1Co 8, 13 Si un alimento es ocasión de caída

(1Co 8, 13) Si un alimento es ocasión de caída

[13] Por lo tanto, si un alimento es ocasión de caída para mi hermano, nunca probaré carne, a fin de evitar su caída.

(C.I.C 2285) El escándalo adquiere una gravedad particular según la autoridad de quienes lo causan o la debilidad de quienes lo padecen. Inspiró a nuestro Señor esta maldición: “Al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí […], más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del mar” (Mt 18, 6; cf. 1Co 8, 10-13). El escándalo es grave cuando es causado por quienes, por naturaleza o por función, están obligados a enseñar y educar a otros. Jesús, en efecto, lo reprocha a los escribas y fariseos: los compara a lobos disfrazados de corderos (cf. Mt 7, 15). (C.I.C 1789) En todos los casos son aplicables algunas reglas: — Nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien. — La ‘regla de oro’: ‘Todo […] cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros’ (Mt 7,12; cf. Lc 6, 31; Tb 4, 15). — La caridad debe actuar siempre con respeto hacia el prójimo y hacia su conciencia: ‘Pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia, pecáis contra Cristo’ (1Co 8,12). ‘Lo bueno es [...] no hacer cosa que sea para tu hermano ocasión de caída, tropiezo o debilidad’ (Rm 14, 21).

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