jueves, 9 de febrero de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 120.
(Respuesta YouCat – repeticion) El Espíritu
Santo me abre a Dios; me enseña a orar y me ayuda a estar disponible para los
demás.
Reflecciones
y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C
739) Puesto que el Espíritu Santo es la Unción de Cristo, es Cristo, Cabeza del
Cuerpo, quien lo distribuye entre sus miembros para alimentarlos, sanarlos,
organizarlos en sus funciones mutuas, vivificarlos, enviarlos a dar testimonio,
asociarlos a su ofrenda al Padre y a su intercesión por el mundo entero. Por
medio de los sacramentos de la Iglesia, Cristo comunica su Espíritu, Santo y
Santificador, a los miembros de su Cuerpo (esto será el objeto de la segunda
parte del Catecismo).
Para
meditar
(Comentario
YouCat) «El huésped silencioso de nuestra alma»,
así llama san Agustín al Espíritu Santo. Quien quiera percibirlo debe hacer
silencio. Con frecuencia este huésped habla bajito dentro de nosotros, por
ejemplo en la voz de nuestra conciencia o mediante otros impulsos internos y
externos. Ser «templo del Espíritu Santo» quiere decir estar en cuerpo y alma a
disposición de este huésped, del Dios en nosotros. Nuestro cuerpo es por tanto,
en cierto modo, el cuarto de estar de Dios. Cuanto más nos abramos al Espíritu
Santo en nosotros, tanto más se convertirá en maestro de nuestra vida, tanto
más nos concederá también hoy sus carismas para la edificación de la Iglesia.
De este modo, en lugar de las obras de la carne, crecerán en nosotros los
Frutos del Espíritu.
(Comentario
CIC) (C.I.C 741) "El Espíritu viene en ayuda de
nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos pedir como conviene; mas el Espíritu
mismo intercede por nosotros con gemidos inefables" (Rm 8, 26). El
Espíritu Santo, artífice de las obras de Dios, es el Maestro de la oración
(esto será el objeto de la cuarta parte del Catecismo).
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