sábado, 25 de junio de 2011

St 2, 12-13 La misericordia triunfa sobre el juicio

(St 2, 12-13) La misericordia triunfa sobre el juicio

[12] Hablen y actúen como quienes deben ser juzgados por una Ley que nos hace libres. [13] Porque el que no tiene misericordia será juzgado sin misericordia, pero la misericordia triunfa sobre el juicio.

(C.I.C 545) Jesús invita a los pecadores al banquete del Reino: "No he venido a llamar a justos sino a pecadores" (Mc 2, 17; cf. 1Tim 1, 15). Les invita a la conversión, sin la cual no se puede entrar en el Reino, pero les muestra de palabra y con hechos la misericordia sin límites de su Padre hacia ellos (cf. Lc 15, 11-32) y la inmensa "alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta" (Lc 15, 7). La prueba suprema de este amor será el sacrificio de su propia vida "para remisión de los pecados" (Mt 26, 28). (C.I.C 2844) La oración cristiana llega hasta el perdón de los enemigos (cf. Mt 5, 43-44). Transfigura al discípulo configurándolo con su Maestro. El perdón es cumbre de la oración cristiana; el don de la oración no puede recibirse más que en un corazón acorde con la compasión divina. Además, el perdón da testimonio de que, en nuestro mundo, el amor es más fuerte que el pecado. Los mártires de ayer y de hoy dan este testimonio de Jesús. El perdón es la condición fundamental de la reconciliación (cf. 2Co 5, 18-21) de los hijos de Dios con su Padre y de los hombres entre sí (cf. Juan Pablo II, Dives in Misericordia, 14).

No hay comentarios: