lunes, 3 de septiembre de 2012

Deut 5, 6 Yo soy el Señor que te hice salir de Egipto


(Deut 5, 6) Yo soy el Señor que te hice salir de Egipto

6 Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud.
(C.I.C 431) En la historia de la salvación, Dios no se ha contentado con librar a Israel de "la casa de servidumbre" (Dt 5, 6) haciéndole salir de Egipto. Él lo salva además de su pecado. Puesto que el pecado es siempre una ofensa hecha a Dios (cf. Sal 51, 6), sólo Él es quien puede absolverlo (cf. Sal 51, 12). Por eso es por lo que Israel tomando cada vez más conciencia de la universalidad del pecado, ya no podrá buscar la salvación más que en la invocación del nombre de Dios Redentor (cf. Sal 79, 9). (C.I.C 2061) Los mandamientos reciben su plena significación en el interior de la Alianza. Según la Escritura, el obrar moral del hombre adquiere todo su sentido en y por la Alianza. La primera de las ‘diez palabras’ recuerda el amor primero de Dios hacia su pueblo: “Como había habido, en castigo del pecado, paso del paraíso de la libertad a la servidumbre de este mundo, por eso la primera frase del Decálogo, primera palabra de los mandamientos de Dios, se refiere a la libertad: ‘Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre’” (Ex 20, 2; Dt 5, 6) (Orígenes, In Exodum homilia, 8, 1: PG 12, 350).

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