miércoles, 7 de julio de 2010

Col 2, 9-10 En él habita toda la plenitud de la divinidad

(Col 2, 9-10) En él habita toda la plenitud de la divinidad

[9] Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, [10] y ustedes participan de esa plenitud de Cristo, que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad.

(C.I.C 463) La fe en la verdadera encarnación del Hijo de Dios es el signo distintivo de la fe cristiana: "Podréis conocer en esto el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa a Jesucristo, venido en carne, es de Dios" (1Jn 4, 2). Esa es la alegre convicción de la Iglesia desde sus comienzos cuando canta "el gran misterio de la piedad": " Él ha sido manifestado en la carne" (1Tm 3, 16). (C.I.C 464) El acontecimiento único y totalmente singular de la Encarnación del Hijo de Dios no significa que Jesucristo sea en parte Dios y en parte hombre, ni que sea el resultado de una mezcla confusa entre lo divino y lo humano. Él se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser verdaderamente Dios. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. La Iglesia debió defender y aclarar esta verdad de fe durante los primeros siglos frente a unas herejías que la falseaban. (C.I.C 479) En el momento establecido por Dios, el Hijo único del Padre, la Palabra eterna, es decir, el Verbo e Imagen substancial del Padre, se hizo carne: sin perder la naturaleza divina asumió la naturaleza humana. (C.I.C 480) Jesucristo es verdadero Dios y verdadero Hombre en la unidad de su Persona divina; por esta razón él es el único Mediador entre Dios y los hombres. (C.I.C 481) Jesucristo posee dos naturalezas, la divina y la humana, no confundidas, sino unidas en la única Persona del Hijo de Dios. (C.I.C 482) Cristo, siendo verdadero Dios y verdadero hombre, tien e una inteligencia y una voluntad humanas, perfectamente de acuerdo y sometidas a su inteligencia y a su voluntad divinas que tiene en común con el Padre y el Espíritu Santo. (C.I.C 483) La encarnación es, pues, el misterio de la admirable unión de la naturaleza divina y de la naturaleza humana en la única Persona del Verbo.

No hay comentarios: