YOUCAT Pregunta n. - 197 Parte II. ¿Por qué mantiene la Iglesia la práctica del Bautismo de niños?
(Respuesta YouCat – repeticion) La Iglesia mantiene
desde tiempos inmemoriales el Bautismo de los niños. Para ello hay una única
razón: antes de que nosotros optemos por Dios, Dios ya ha optado por nosotros.
El Bautismo es, por tanto, una gracia, un regalo inmerecido de Dios, que nos
acepta incondicionalmente. Los padres creyentes que quieren lo mejor para su
hijo, quieren también el Bautismo, en el cual el niño es arrancado del influjo
del pecado original y del poder de la muerte.
Reflecciones y
puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1276) "Id, pues, y haced discípulos a todas las
gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado" (Mt 28,19-20). (C.I.C
1277) El Bautismo constituye el nacimiento a la vida
nueva en Cristo. Según la voluntad del Señor, es necesario para la salvación,
como lo es la Iglesia misma, a la que introduce el Bautismo.
Para meditar
(Comentario YouCat) El
Bautismo de niños supone que los padres cristianos educan al niño bautizado en
la fe. Es una injusticia privar al niño del Bautismo por una liberalidad mal
entendida. Lo mismo que no se puede privar al niño del amor, para que después
pueda él mismo decidirse por el amor, sería una injusticia si los padres
creyentes privaran a su hijo de la gracia de Dios recibida en el Bautismo. Así
como todo ser humano nace con la capacidad de hablar, pero debe aprender a
hablar, igualmente todo hombre nace con la capacidad de creer, pero debe
aprender a conocer la fe. No obstante, no se puede imponer el Bautismo a nadie.
Si se recibe el Bautismo de niño, hay que «ratificarlo» después personalmente a
lo largo de la vida; es decir, hay que decir «sí» al Bautismo para que éste dé
fruto.
(Comentario CIC) (C.I.C
1278) El rito esencial del Bautismo consiste en
sumergir en el agua al candidato o derramar agua sobre su cabeza, pronunciando
la invocación de la Santísima Trinidad, es decir, del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. (C.I.C 1279) El fruto del
Bautismo, o gracia bautismal, es una realidad rica que comprende: el perdón del
pecado original y de todos los pecados personales; el nacimiento a la vida
nueva, por la cual el hombre es hecho hijo adoptivo del Padre, miembro de
Cristo, templo del Espíritu Santo. Por la acción misma del bautismo, el
bautizado es incorporado a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y hecho partícipe del
sacerdocio de Cristo.
(Continua la Pregunta: ¿Por qué mantiene la Iglesia la práctica del Bautismo de niños?)
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