YOUCAT Pregunta n. 470. - ¿Por qué ora el ser humano?
(Respuesta YouCat) Oramos porque estamos
llenos de un ansia infinita y porque Dios ha hecho a los hombres para estar con
él: «Nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en ti» (san Agustín).
Oramos también porque necesitamos orar; así lo dice Madre Teresa: «Como no
puedo fiarme de mí misma, me fío de él las 24 horas del día».
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2591) Dios llama incansablemente a
cada persona al encuentro misterioso con Él.
La oración acompaña a toda la historia de la salvación como una llamada
recíproca entre Dios y el hombre. (C.I.C 2566) El hombre busca a Dios. Por la creación Dios llama a todo ser desde
la nada a la existencia. Coronado de gloria y esplendor (Sal 8, 6), el hombre
es, después de los ángeles, capaz de reconocer "¡qué glorioso es el Nombre
del Señor por toda la tierra!" (Sal 8, 2). Incluso después de haber perdido,
por su pecado, su semejanza con Dios, el hombre sigue siendo imagen de su
Creador. Conserva el deseo de Aquél que le llama a la existencia. Todas las
religiones dan testimonio de esta búsqueda esencial de los hombres (cf. Hch.
17, 27).
Para meditar
(Comentario
YouCat) A menudo nos olvidamos de Dios, huimos de él y nos escondemos. Pero, launque
evitemos pensar en Dios, aunque Lo neguemos, él está siempre junto a nosotros.
Nos busca, antes de que nosotros Lo busquemos, tiene sed de nosotros, nos
llama. Uno habla con su conciencia y se da cuenta, de pronto, de que está
hablando con Dios. Uno se encuentra solo, no tiene con quien hablar y percibe
entonces que Dios siempre está disponible para hablar. Uno está en peligro y se
da cuenta de que Dios responde al grito de auxilio. Orar es tan humano como
respirar, comer, amar. Orar purifica. Orar hace posible la resistencia a las
tentaciones. Orar fortalece en la debilidad. Orar quita el miedo, duplica las
fuerzas, capacita para aguantar. Orar hace feliz.
(Comentario CIC) (C.I.C
2567) Dios es quien primero llama al
hombre. Olvide el hombre a su Creador o se esconda lejos de su faz, corra
detrás de sus ídolos o acuse a la divinidad de haberlo abandonado, el Dios vivo
y verdadero llama incansablemente a cada persona al encuentro misterioso de la
oración. Esta iniciativa de amor del Dios fiel es siempre lo primero en la
oración, la actitud del hombre es siempre una respuesta. A medida que Dios se
revela, y revela al hombre a sí mismo, la oración aparece como un llamamiento
recíproco, un hondo acontecimiento de Alianza. A través de palabras y de actos,
tiene lugar un trance que compromete el corazón humano. Este se revela a través
de toda la historia de la salvación.
(Siguiente Pregunta: ¿Por qué es Abraham un modelo de oración?)
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