YOUCAT Pregunta n. 107. ¿Volvió Jesús por la Resurrección al estado corporal que tenía durante su vida terrena?
(Respuesta YouCat) El Señor resucitado se
dejó tocar por sus discípulos, comió con ellos y les enseñó las heridas de la
Pasión. Sin embargo, su cuerpo ya no pertenece únicamente a la tierra, sino al
ámbito divino del Padre.
Reflecciones
y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C
645) Jesús resucitado establece con sus discípulos relaciones directas mediante
el tacto (cf. Lc 24, 39; Jn 20, 27) y el compartir la comida (cf. Lc 24, 30.
41-43; Jn 21, 9. 13-15). Les invita así a reconocer que él no es un espíritu
(cf. Lc 24, 39), pero sobre todo a que comprueben que el cuerpo resucitado con
el que se presenta ante ellos es el mismo que ha sido martirizado y crucificado
ya que sigue llevando las huellas de su pasión (cf. Lc 24, 40; Jn 20, 20. 27).
Este cuerpo auténtico y real posee sin embargo al mismo tiempo las propiedades
nuevas de un cuerpo glorioso: no está situado en el espacio ni en el tiempo,
pero puede hacerse presente a su voluntad donde quiere y cuando quiere (cf. Mt
28, 9. 16-17; Lc 24, 15. 36; Jn 20, 14. 19. 26; 21, 4) porque su humanidad ya
no puede ser retenida en la tierra y no pertenece ya más que al dominio divino
del Padre (cf. Jn 20, 17). Por esta razón también Jesús resucitado es
soberanamente libre de aparecer como quiere: bajo la apariencia de un jardinero
(cf. Jn 20, 14-15) o "bajo otra figura" (Mc 16, 12) distinta de la
que les era familiar a los discípulos, y eso para suscitar su fe (cf. Jn 20,
14. 16; 21, 4. 7).
Para
meditar
(Comentario
YouCat) Cristo resucitado, que lleva las heridas
del Crucificado, ya no está ligado al tiempo y al espacio. Podía pasar a través
de puertas cerradas y aparecerse en lugares diferentes y bajo una forma en la
que no lo reconocían inmediatamente. La Resurrección de Cristo no fue por tanto
un retorno a la vida terrena normal, sino la entrada en un nuevo modo de ser:
«Pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere
más; la muerte ya no tiene dominio sobre él» (Rom 6,9).
(Comentario CIC) (C.I.C 646) La Resurrección de
Cristo no fue un retorno a la vida terrena como en el caso de las
resurrecciones que Él había realizado antes de Pascua: la hija de Jairo, el
joven de Naim, Lázaro. Estos hechos eran acontecimientos milagrosos, pero las
personas afectadas por el milagro volvían a tener, por el poder de Jesús, una
vida terrena "ordinaria". En cierto momento, volverán a morir. La
Resurrección de Cristo es esencialmente diferente. En su cuerpo resucitado,
pasa del estado de muerte a otra vida más allá del tiempo y del espacio. En la
Resurrección, el cuerpo de Jesús se llena del poder del Espíritu Santo;
participa de la vida divina en el estado de su gloria, tanto que San Pablo
puede decir de Cristo que es "el hombre celestial" (cf. 1Co 15,
35-50).
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