YOUCAT Pregunta n. 49. – Parte II. ¿Dirige Dios el mundo y también mi vida?
(Respuesta YouCat – repeticion) Sí, pero de
un modo misterioso; Dios conduce todo por caminos que sólo él conoce, hacia su
consumación. En ningún momento deja de su mano aquello que ha creado.
Reflecciones y puntos a
profundizar (Comentario
CIC) (C.I.C 304) Así vemos al Espíritu Santo, autor
principal de la Sagrada Escritura atribuir con frecuencia a Dios acciones sin
mencionar causas segundas. Esto no es "una manera de hablar" primitiva,
sino un modo profundo de recordar la primacía de Dios y su señorío absoluto
sobre la historia y el mundo (cf. Is 10, 5-15; 45, 5-7; Dt 32, 39; Si 11, 14) y
de educar así para la confianza en Él. La oración de los salmos es la gran
escuela de esta confianza (cf. Sal 22; 32; 35; 103; 138 y en otros lugares).
(C.I.C 43) Al hablar así de Dios, nuestro lenguaje se
expresa ciertamente de modo humano, pero capta realmente a Dios mismo, sin
poder, no obstante, expresarlo en su infinita simplicidad. Es preciso recordar,
en efecto, que "entre el Creador y la criatura no se puede señalar una
semejanza tal que la diferencia entre ellos no sea mayor todavía"
(Concilio Lateranense IV: DS 806), y que "nosotros no podemos captar de
Dios lo que él es, sino solamente lo que no es, y cómo los otros seres se
sitúan con relación a él" (Santo Tomás de Aquino, Summa contra gentiles,
1, 30).
Para meditar
(Comentario YouCat) Dios
influye tanto en los grandes acontecimientos de la historia como en los
pequeños acontecimientos de nuestra vida personal, sin que por ello quede
recortada nuestra libertad y seamos únicamente marionetas de sus planes
eternos. En Dios «vivimos, nos movemos y existimos» (Hch 17,28). Dios está en
todo lo que nos sale al encuentro en las vicisitudes de la vida, también en los
acontecimientos dolorosos y en las casualidades aparentemente sin sentido. Dios
también quiere escribir derecho por medio de los renglones torcidos de nuestra
vida. Todo lo que nos quita y lo que nos regala, aquello en lo que nos
fortalece y en lo que nos prueba: lodo esto son designios y señales de su
voluntad.
(Comentario CIC) (C.I.C 305)
Jesús pide un abandono filial en la providencia del Padre celestial que cuida
de las más pequeñas necesidades de sus hijos: "No andéis, pues,
preocupados diciendo: ¿qué vamos a comer? ¿qué vamos a beber? [...] Ya sabe
vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su
Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura" (Mt 6,
31-33; cf. 10, 29-31).
(Siguiente Pregunta: ¿ Qué papel juega el hombre en la providencia divina?)
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