YOUCAT Pregunta n. 43 – Parte III. ¿Es el mundo un producto de la casualidad?
(Respuesta YouCat – repeticion). Es Dios,
no la casualidad, la causa del mundo. El mundo, ni por su origen, ni por su
orden interno y su finalidad, es el producto de factores que actúen «sin
sentido».
Reflecciones y puntos a
profundizar (Comentario
CIC) (C.I.C 299) Porque Dios crea con sabiduría, la
creación está ordenada: "Tú todo lo dispusiste con medida, número y
peso" (Sb 11,20). Creada en y por el Verbo eterno, "imagen del Dios
invisible" (Col 1,15), la creación está destinada, dirigida al hombre,
imagen de Dios (cf. Gn 1,26), llamado a una relación personal con Dios. Nuestra
inteligencia, participando en la luz del Entendimiento divino, puede entender
lo que Dios nos dice por su creación (cf. Sal 19,2-5), ciertamente no sin gran
esfuerzo y en un espíritu de humildad y de respeto ante el Creador y su obra (cf.
Jb 42,3). Salida de la bondad divina, la creación participa en esa bondad
("Y vio Dios que era bueno [...] muy bueno": Gn 1,4.10.12.18.21.31).
Porque la creación es querida por Dios como un don dirigido al hombre, como una
herencia que le es destinada y confiada. La Iglesia ha debido, en repetidas
ocasiones, defender la bondad de la creación, comprendida la del mundo material
(cf. San León Magno, Epistula Quam laudabiliter: DS 286; I Concilio de
Braga: DS 455-463; IV Concilio de Letrán: DS 800; Concilio de Florencia:
DS 333; Concilio Vaticano I: DS 3002).
Para meditar
(Comentario YouCat) Los
cristianos creen que pueden leer la escritura de Dios en su Creación. A los
científicos que hablan de que la totalidad del mundo es un proceso casual, sin sentido
y sin finalidad, les replicó beato Juan Pablo I I en el año 1985: «Hablar de
azar delante de un universo en el que existe tal complejidad en la organización
de sus elementos y una intencionalidad tan maravillosa en su vida, sería igual
a abandonar la búsqueda de una explicación del mundo como él se nos muestra. De
hecho, sería equivalente a aceptar efectos sin causa. Supondría la abdicación
de la razón humana, que renunciaría de este modo a pensar y a buscar una
solución a los problemas».
Comentario CIC) (C.I.C 49)
"Sin el Creador la criatura se […] diluye" (Gaudium et spes,
36). He aquí por qué los creyentes saben que son impulsados por el amor de
Cristo a llevar la luz del Dios vivo a los que no le conocen o le
rechazan.
(Continua la Pregunta: ¿Es el mundo un producto de la casualidad?)
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