582. ¿Por qué podemos acercarnos al Padre con plena confianza?
(Compendio
582) Podemos acercarnos al Padre con plena confianza, porque Jesús, nuestro
Redentor, nos introduce en la presencia del Padre, y su Espíritu hace de
nosotros hijos de Dios. Por ello, podemos rezar el Padre nuestro con confianza
sencilla y filial, gozosa seguridad y humilde audacia, con la certeza de ser
amados y escuchados.
Resumen
(C.I.C 2797) La
confianza sencilla y fiel, la seguridad humilde y alegre son las disposiciones
propias del que reza el "Padre Nuestro".
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2777) En
la liturgia romana, se invita a la asamblea eucarística a rezar el Padre
Nuestro con una audacia filial; las liturgias orientales usan y desarrollan
expresiones análogas: "Atrevernos con toda confianza", "Haznos
dignos de". Ante la zarza ardiendo, se le dijo a Moisés: "No te
acerques aquí. Quita las sandalias de tus pies" (Ex 3, 5). Este umbral de
la santidad divina, sólo lo podía franquear Jesús, el que "después de
llevar a cabo la purificación de los pecados" (Hb 1, 3), nos introduce en
presencia del Padre: "Hénos aquí, a mí y a los hijos que Dios me dio"
(Hb 2, 13): “La conciencia que tenemos de nuestra condición de esclavos nos
haría meternos bajo tierra, nuestra condición terrena se desharía en polvo, si
la autoridad de nuestro mismo Padre y el Espíritu de su Hijo no nos empujasen a
proferir este grito. “Envió Dios el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones,
que nos hace clamar: 'Abbá, Padre' (Rm
8, 15) ... ¿Cuándo la debilidad de un mortal se atrevería a llamar a Dios Padre
suyo, sino solamente cuando lo íntimo del hombre está animado por el Poder de
lo alto?” (San Pedro Crisólogo, Sermón
71, 3: PL 52, 401).
Para la reflexión
(C.I.C 2778) Este
poder del Espíritu que nos introduce en la Oración del Señor se expresa en las
liturgias de Oriente y de Occidente con la bella palabra, típicamente
cristiana: parrhesia, simplicidad sin
desviación, conciencia filial, seguridad alegre, audacia humilde, certeza de
ser amado (Ef 3, 12; Hb 3, 6; 4, 16; 10, 19; 1Jn 2, 28; 3, 21; 5, 14).
No hay comentarios:
Publicar un comentario