187. ¿Cómo ejercen los obispos la misión de gobernar?
(Compendio 187) Cada obispo, en cuanto miembro del
colegio episcopal, ejerce colegialmente la solicitud por todas las Iglesias
particulares y por toda la Iglesia, junto con los demás obispos unidos al Papa.
El obispo, a quien se ha confiado una Iglesia particular, la gobierna con la
autoridad de su sagrada potestad propia, ordinaria e inmediata, ejercida en
nombre de Cristo, Buen Pastor, en comunión con toda la Iglesia y bajo la guía
del sucesor de Pedro.
Resumen
(C.I.C 935) Para
anunciar su fe y para implantar su Reino, Cristo envía a sus apóstoles y a sus
sucesores. Él les da parte en su misión. De Él reciben el poder de obrar en su nombre.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 894) "Los obispos, como vicarios y legados de
Cristo, gobiernan las Iglesias particulares que se les han confiado, no sólo
con sus proyectos, con sus consejos y con ejemplos, sino también con su
autoridad y potestad sagrada" (Lumen
gentium, 27), que deben, no obstante, ejercer para edificar con espíritu de
servicio que es el de su Maestro (cf. Lc 22, 26-27). (C.I.C 895) "Esta
potestad, que desempeñan personalmente en nombre de Cristo, es propia,
ordinaria e inmediata. Su ejercicio, sin embargo, está regulado en último
término por la suprema autoridad de la Iglesia" (Lumen gentium, 27). Pero no se debe considerar a los obispos como
vicarios del Romano Pontífice, cuya autoridad ordinaria e inmediata sobre toda
la Iglesia no anula la de ellos, sino que, al contrario, la confirma y tutela.
Esta autoridad debe ejercerse en comunión con toda la Iglesia bajo la guía del Romano
Pontífice.
Para la reflexión
(C.I.C 896) El Buen Pastor será el modelo y la
"forma" de la misión pastoral del obispo. Consciente de sus propias
debilidades, el obispo "puede disculpar a los ignorantes y extraviados. No
debe negarse nunca a escuchar a sus súbditos, a a los que cuida como verdaderos
hijos [...] Los fieles, por su parte, deben estar unidos a su obispo como la
Iglesia a Cristo y como Jesucristo al Padre" (Lumen gentium, 27): “Obedeced
todos al obispo como Jesucristo a su Padre, y al presbiterio como a los
apóstoles; en cuanto a los diáconos, respetadlos como a la ley de Dios. Que
nadie haga al margen del obispo nada en lo que atañe a la Iglesia (San Ignacio
de Antioquía, Epistula ad Smyrnaeos
8, 1).
No hay comentarios:
Publicar un comentario