62. ¿Qué enseña la Sagrada Escritura sobre la Creación del mundo visible? (Segunda parte - continuación)
(Compendio 62 repetición) A través del relato de los «seis días» de la Creación, la
Sagrada Escritura nos da a conocer el valor de todo lo creado y su finalidad de
alabanza a Dios y de servicio al hombre. Todas las cosas deben su propia
existencia a Dios, de quien reciben la propia bondad y perfección, sus leyes y
lugar en el universo.
Resumen
(C.I.C 355) "Dios creó al
hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó" (Gn
1,27). El hombre ocupa un lugar único en la creación: "está hecho a imagen
de Dios"; en su propia naturaleza une el mundo espiritual y el mundo
material; es creado "hombre y mujer"; Dios lo estableció en la
amistad con él.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 339) Toda
criatura posee su bondad y su perfección propias. Para cada una de las
obras de los "seis días" se dice: "Y vio Dios que era
bueno". "Por la condición misma de la creación, todas las cosas están
dotadas de firmeza, verdad y bondad propias y de un orden y leyes propias"
(Gaudium et spes, 36, 2). Las
distintas criaturas, queridas en su ser propio, reflejan, cada una a su manera,
un rayo de la sabiduría y de la bondad infinitas de Dios. Por esto, el hombre
debe respetar la bondad propia de cada criatura para evitar un uso desordenado
de las cosas, que desprecie al Creador y acarree consecuencias nefastas para
los hombres y para su ambiente. (C.I.C 340) La interdependencia de las criaturas es querida por Dios. E1 sol y la
luna, el cedro y la florecilla, el águila y el gorrión: las innumerables
diversidades y desigualdades significan que ninguna criatura se basta a sí
misma, que no existen sino en dependencia unas de otras, para complementarse y
servirse mutuamente.
Para la reflexión
(C.I.C 344) Existe una solidaridad
entre todas las criaturas por el hecho de que todas tienen el mismo
Creador, y que todas están ordenadas a su gloria: “Loado seas por toda
criatura, mi Señor, y en especial loado por el hermano Sol, que alumbra, y abre
el día, y es bello en su esplendor y lleva por los cielos noticia de su
autor. Y por la hermana agua, preciosa
en su candor, que es útil, casta, humilde: ¡loado mi Señor! Y por la hermana
tierra que es toda bendición, la hermana madre tierra, que da en toda ocasión
las hierbas y los frutos y flores de color, y nos sustenta y rige: ¡loado mi
Señor! Servidle con ternura y humilde corazón, agradeced sus dones, cantad su
creación. Las criaturas todas, load a mi Señor. Amén. (san Francisco de Asís, Cánticum Fratris Solis). [Fin]
(Siguiente pregunta: ¿Cuál es el lugar del hombre en la Creación?)
No hay comentarios:
Publicar un comentario